*Quien tiene deseos quiere expandirse, quiere aumentar sus posibilidades de conseguir más.
*Quien tiene un ego fuerte, o simplemente sano, tiende a expandir su influencia sobre los demás, quiere ser valorado, destacar, brillar.
*Quien tiene creencias tiene una fuerte tendencia a expandirlas, a propagarlas.
*Quien cultiva algo admirado por los demás, quiere darlo a conocer, quiere presumir de ello.
Estas tendencias a la expansión producen las siguientes reacciones en los demás:
*Quien ve lo deseos ajenos como una amenaza para los propios, lucha para defendenderlo de la expansión ajena. Cada cual luchará con sus fuerzas y con sus armas.
*Quien ve al ego ajeno como una sombra para el propio, luchará en defensa de su ego, y lo hará con sus fuerzas y con sus armas.
*Quien ve una amenaza a sus creencias por parte de las creencias ajenas, también luchará en defensa de las propias, y también lo hará con sus fuerzas y con sus armas.
*Quien alcanza por sus propios méritos algo que la sociedad valora, se encontrará envidiado, puede que odiado, y seguramente atacado.
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Así, quiera desarrollarse hacia afuera, siempre encontrará una oposición, pues siempre hay mucha gente con deseos, con egos y con creencias, muy diferentes a los nuestros, que nos ven como una amenaza, como un obstáculo o como una molestia.
Sólo aquel que sólo busca desarrollarse interiormente escapa a esta dinámica, y además ejerce una influencia en los demás sin tener que arriesgarse a diferentes ataques.
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