Sólo con esta reivindicación comenzó un movimiento ciudadano.
Cuando a sus seguidores se les preguntaba qué era lo realmente buscaban, ellos explicaban:
"No buscamos menos de lo que se necesita para vivir, pero tampoco buscamos más."
Cuando se les argumentaba de mil maneras en contra de esto, ellos decían:
"No buscamos la justificia, no buscamos la libertad, no buscamos la igualdad, no buscamos la paz. Somo sencillos, nos quedamos más acá, buscamos sólo lo necesario."
Poco a poco el movimiento iba ganando seguidores entre los miembros de las diferentes fracciones sociales y entre los individuos de todas las creencias, y poco a poco se iba extendiendo por el mundo.
Ante esto, todos los poderosos y todos los ambiciosos hicieron sus promesas demagógicas, y poco a poco, cada vez eran menos los ciudadanos que creían en ellas. Y poco a poco, cada vez quedaba más claro que se estaba ante el comienzo de una verdadera revolución, tanto individual como social.
Cuando me desperté por la mañana me puse a pensar en ello, y recordé que en mi sueño eso ocurría en un futuro indeterminado. Pero pensé que era posile, aunque para ello se tuviera que dar la circunstancia de que en los niveles de conciencia lo necesario resultara suficiente.
Un sabio,
que por despierto, ya no soñaba,
me dijo su saber:
"La Naturaleza y el trabajo
nos dan lo necesario.
A los afanes de tener y de poder,
nunca les resulta suficiente,
y a unos se lo quitan
y a otros no se lo dejan tener."
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