lunes, 12 de febrero de 2018
DEPENDENCIAS DE LA TECNOLOGÍA
Nuestra dependencia de la tecnología se expresa de muchas maneras. Por un lado, sin la tecnología actual ya no sabríamos encontrar alimento suficiente ni cubrir nuestras necesidades de supervivencia, y en el hipotético caso de que nos quedáramos sin energía eléctrica, se produciría la muerte de muchos millones de personas por hambre y por falta de medicinas y de asistencia sanitaria.
Otra manera en la que se expresa nuestra dependencia de la tecnología es el tiempo que le dedicamos. La jornada laboral se realiza en dependencia directa con la tecnología, en el tiempo de ocio la tecnología ha pasado a ser el principal medio de entretenimiento y diversión, y la comunicación entre quienes se conocen a veces se realiza más a través de la tecnología que de la relación directa, y todo esto ha hecho que multitud de personas no sepan que hacer, si no pueden disponer de algún aparato tecnológico.
Por otra parte, la enorme información que nos llega a través de aparatos tecnológicos obstaculiza mucho la reflexión, el análisis, el establecer relaciones entre las cosas, la observación directa de la realidad. En resumen, nos invade una enorme cantidad de datos y de estímulos y eso se convierte en un obstáculo importante para ahondar en las cosas y en nosotros mismos.
Pero hay otra manera de dependencia, se trata de la enorme admiración por los avances tecnológicos. La dependencia y la admiración por la tecnología, junto con la vida urbana, hacen que el Hombre actual viva más alejado de la Naturaleza que nunca, es decir, más divorciado de sí mismo que nunca.
Las diversas formas de dependencia de la tecnología contribuyen a que lo que más valore el Hombre sea su propia inteligencia. Al valorar tanto la inteligencia se dejan de valorar las enseñanzas de la Naturaleza, se deja de valorar la intuición, la naturalidad, se reduce muchísimo la observación del mundo interior, de todo lo que sea espiritual, y así no hay posibilidades ni de acabar con los problemas de la sociedad, ni de que el individuo se libere y armonice.
NOTA.- Estas reflexiones, querido lector, te las envío a través de la tecnología, y puedes pensar en la contradicción entre mis reflexiones y el uso que hago de la tecnología. Sin embargo, la dependencia de la tecnología es tan grande que si no fuera por ella estas reflexiones es posible que no pudieras hacértelas llegar.
Cuando el mundo no estaba tecnologizado, la comunicación se realizaba directamente o a través de los libros, e incluso periódicos, pues las comunidades humanas eran pequeñas y era fácil poderse comunicar directamente.
Por otro lado, no es la tecnología la que nos hace dependientes, es el hecho de que la sociedad haya optado por ella en vez de por vivir de manera natural y, presos de esta sociedad, no tenemos más remedio que utilizarla para comunicarnos.
De todas maneras, todavía existen unas posibilidades para la reflexión, incluso para esa reflexión que la tecnología tiende a impedir, por lo tanto, usemos esas posibilidades y la libertad que aún tenemos.
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