Nos agitan los deseos:
*Cuando no conseguimos lo deseado, nos hallamos agitados, insatisfechos y tristes.
*Cuando conseguimos lo deseado, nos hallamos agitados, pero satisfechos y alegres.
*Nos agitan las tensiones entre el dolor y el placer.
Nos agitan los miedos:
*Insatisfechos y tristes, persisten nuestros miedos.
*Satisfechos y alegres, tenemos miedos a perder lo que tenemos.
En la tristeza y en la alegría, siempre hay un hueco para cierto grado de serenidad. Cuando prestamos atención a la serenidad, se inicia y aumenta la comprensión. La comprensión permite la aceptación. La aceptación reduce y elimina los miedos.
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