...Y así hasta llegar al Misterio,
que es donde todo tiene su primer origen,
y a donde todo regresa.
Y el ciclo se alimenta y no cesa.
¿Sabemos qué lugar ocupamos cada uno de nosotros?
¿O no hay un nosotros sino un Todo?
Y estas reflexiones las alternamos con todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, siempre en continua tensión entre lo transcendente y lo ordinario, siempre en continua pugna entre nuestro ego y nuestra conciencia, y así, paso a paso, vivimos, y paso a paso elevamos nuestra conciencia. Y lo hacemos solos, y aunque recurramos a las sabidurías de los demás, la sabiduría que más cuenta es la que encontramos por nosotros mismos en nuestra soledad y en nuestra libertad.
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