Dar
Todos tenemos la capacidad para dar algo a los demás.
Cuando lo que damos tiene algún valor para los demás, ellos sienten más o menos amor hacia nosotros, y al amarnos también nos dan, aunque lo que nos dan siempre acaba por no resultarnos suficiente.
Cuando los demás no valoran lo que les damos o cuando lo que nos dan no nos resulta suficiente, tenemos dos opciones:
*Darles más.
*Aceptar la soledad.
Estas son las reglas del juego, y ni las reglas ni el juego se pueden cambiar mientras nuestros niveles de conciencia no se eleven más.
Pedimos lo que creemos que necesitamos, lo que deseamos, y todo aquelo a lo que creemos que tenemos derecho, y siempre pedimos más de lo que los demás no pueden o nos quieren dar.
Le pedimos a la vida, a los seres sobrenaturales, a los héroes, a la buena suerte, para ello ofrecemos algo a cambio. Si no recibimos intentamos cambiar las condiciones del contrato, pero al negociar no cambiamos y así no aumentamos nuestra capacidad para conseguir por nosotros mismos.
Pedimos porque creemos que no tenemos lo que necesitamos, y a veces no tenemos porque al fiarnos de lo que nos dan o nos pueden dar, no desarrollamos nuestras capacidades para conseguir por nosotros mismos.
Siempre que pedimos dependemos de aquellos que nos lo pueden dar, y cuando no nos dan lo que esperamos recibir nos encadenamos a las complejidades dolorosas y de nuestras frustraciones.
Estas son las reglas del juego, y ni las reglas ni el juego se pueden cambiar mientras nuestros niveles de conciencia no se eleven más.
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