JUSTIFICACIONES

 

  Intentamos conseguir lo deseado con el objetivo de liberarnos de nuestro dolor y de conseguir placeres.

 Las reglas morales que inentan regular nuestros deseos y lo que hacemos para conseguirlos se basan en un complejo sistema de castigos (dolor) y de premios (placer).

  Para evitar los castigos y conseguir los premios, recurrimos a una enorme variedad de justificaciones. Si pretamos atención a nuestras justificaciones, en ellas hallaremos los siguientes aspectos: 

 *El peso que en nosotros tienen nuestros deseos. 

*Nuestra incapacidad para conseguir nuestros deseos por nosotros solos. 

 *El peso que en nosotros tiene nuestro deseo de ser amados y admirados. El peso que en nosotros tiene el miedo a ser odiados o despreciados. 

 *Nuestra incapacidad para dar a los demás lo que estos nos piden a cambio de su ayuda, de su amor y admiración. 

*Nuestra mayor o menor capacidad para despertar la compasión ajena, es decir, para hacernos las víctimas. 

*La capacidad de nuestra inteligencia para hallar argumentos justificativos, los cuales siempre se basarán en nuestras necesidades, en nuestros derechos y libertades. 

*Nuestra mayor o menor capacidad para seducir, para mentir, para la hipocresía. 

  Quien tiene éxito en sus justificaciones se afirma en ellas. Quien no lo tiene se busca justificaciones nuevas. Pero ninguno de ellos cambia sus deseos, sólo a veces cambia los medios para conseguirlos, con el objetivo de que despierten menos oposición y consigan más aceptación.