Vendedores y compradores.
Acreedores y deudores.
Salvadores y salvados.
Dominadores y dominados.
Pastores y rebaños.
Todos, en mayor o menor medida, estamos inmersos en la dinámica de alguna o de varias de estas relaciones polares, y seamos el polo que seamos, sean cuales sean las condiciones que nos impongan o que impongamos, no es el otro polo el que nos ata, sino que todos estamos atados a nuestras insuficiencias, las cuales son las que nos llevan a buscar la relación de dependencia con el polo contrario. Las cadenas atan por las dos puntas.
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