Quienes están dominados por la creencia de que lo más importante es conseguir lo deseado, cuando deciden conseguir alguno de sus deseos, isempre entran en la dinámica siguiente:
*Lo primero que miran es si es posible conseguirlo. Si la respuesta es que sí, muchas veces pasan directamente a conseguirlo.
*Otras veces sopesan los riesgos, los esfuerzos, los sacrificios. si la respuesta es que todo eso vale la pena ante la esperanza de conseguir lo deseado, pasan a intentar conseguirlo.
*Hay personas que también tienen en cuenta la moralidadd de los medios usados para conseguir lo deseado. Unas veces tienen en cuenta los aspectos morales para justificarse ante los demás, y otras veces para justificarse ante su propio sentido de la moralidad. Sea como sea, estas personas se plantean si tienen derecho moral a conseguir lo deseado, y si los medios utilizados causarán daños a los demás. Si creen que tienen derecho y que además no causarán daños a los inocentes y que incluso les beneficiarán, entonces ya tienen el aval definitivo para conseguir lo deseado, y ponenen ello todas sus creencias, su inteligencia, sus capacidades y sus energías.
Pero aunque todo sea moral, la mayoría no es natural pues el Universo y la Naturaleza no se rigen por principios morales, con lo se ponen en marcha unos mecanismos imprevisibles e incontrolables, entre los que siempre aparecen contradicciones y efectos no deseados, incluso diferentes situaciones caóticas.
Unas veces se consigue el deseo y otras se fracasa, pero en ambos casos las consecuencias imprevisibles e incontrolables siempre estarán presentes, y así se vuelven permanentes los conflictos, las luchas, las confusiones, y cuando un problema se soluciona, lo que hacemos para solucionarlo acaba por crear nuevos problemas. Por eso, aunque escapemos a un problema concreto, y aunque consigamos un deseo concreto, lo que hacemos para conseguir ambas cosas es lo que alimenta a esta sociedad llena de necesidades, de problemas, de conflictos, de luchas, de confusión, de perturbaciones de todo tipo, de dramas y de tragedias.
Y en vez de buscar la raíz profunda de las cosas, nos dedicamos a culpar a los demás, a sus maldades, a sus egoísmos, a sus injusticias, a sus abusos de poder, a sus crueldades, a sus estupideces y a sus locuras. Creemos que falta moralidad, amor e inteligencia, y lo que realmente falta es el conocimiento profundo y armonioso de como funciona el Universo, la Naturaleza, el flujo natural de la vida.
Pero si nos dedicamos a este conocimiento profundo y armonioso, aunque consigamos lo necesario, eso pocas veces nos resulta suficiente, y entonces recurrimos a conseguir aquello que deseamos. He aquí la cuestión que el Hombre todavía no sabe resolver.
Blaca la libertad volando,
blanca la mariposa libando.
Blanca la sabiduría serena,
blanca la flor que acepta.
Blancos complementarios,
armoniosos bajo el Sol.
Más todo lo blanco,
de madre negra nació.
Dentro de la doble corteza
frutos nutitivos, fértiles semillas,
fuera, el Sol luminoso
que a todo lo alienta.
La vida,
de forma tan sencilla,
se manifiesta plena.
¿Por qué darle a los conceptos tantas vueltas?
En el tronco seco del árbol de los deseos y de los miedos, crece renovadora la sabia soledad.
Soledades hay muchas, y mucha gente cree que libertades también hay muchas. Pero la libertad que florece luminosa, la que sólo da los frutos que contienen semillas perennes, esa esuna planta que sólo se cultiva en soledad.
Lo demás que lo diga nuestra conciencia sencilla y serena, pues en nuestro soliario interior, ella es la que tiene ese conocimiento que no necesita argumentos, ni debates, ni pruebas para mostrarnos la realidad liberadora y armónica.
Sencilla y serena,
la que nada fuerza,
la que nada espera,
la que sabiamente observa
como todo se acaba
y como todo llega,
y mientras,
cuando le parece vuela.
El alimento material, el que nos provee la Madre Tierra.
El alimento espiritual, el que el Tao no provee a través de la conciencia.
El Hombre los tiene,
los conserva o los pierde.
¿O estará cantando?
¿O estará llamando a alguien?
Cada uno ve lo que su conciencia o sus creencias le muestran.
A todos nos gusta lo bello y lo placenteros y nos disgusta lo feo y lo doloroso. Esto forma parte de nuestros mecanismos de supervivencia, forma parte también de nuestras creencias y de nuestra cultura, de tal manera que nadie se cuestiona esta visión de las cosas, considerándola como la visión normal y natural.
El problema de esta visión es que etos sean los únicos criterios que usemos a la hora de intentar conocer y comprender la realidad, pues si sólo nos guíamos por esos criterios, o esos criterios son los dominantes, nunca podremos comprender la realidad y por lo tanto no podremos armonizar con ella.
Ante una bella mariposa o ante un bello pájaro, el primer pensamiento y comentario y a veces el único, está referido a su belleza, nunca o casi nunca a otros aspectos de la mariposa o del pájaro.
Lo que nos parece bello de la mariposa y del pájaro, generalmente son aspectos que estos han desarrollado para atraer a sus parejas, pero a nosotros nos parece que se trata de cosas creadas por los dioses o por la Naturaleza para satisfacernos a nosotros, y como es bello y placentero lo amamos y cuando nos resulta feo o doloroso lo despreciamos o lo odiamos, y de esta manera se nos escapa la realidad de las cosas, se nos escapa la sabiduría, y no llega la armonía.
Por otra parte, la belleza del pájaro o de la mariposa, o los demás aspectos de ellos, no nos resultan importantes, pues estamos centrados en nosotros mismos, en nuestros deseos, en nuestros problemas, en nuestra inteligencia y en nuestras capacidades, y adoradores de nosotros mismos miramos con desprecio lo que el pájaro o la mariposa puedan enseñarnos.
Cuando el ojo mira al ojo que tiene ante sí,
¿Qué espera descubrir?
Cuando nos miran los demás,
¿Qué queremos que vean?
Cuando queremos que vean algo,
¿Qué es lo que ocultamos?
Todos los ojos tienen su forma y su color,
¿De qué es espejo la mirada?
Una de las mejores maneras de comprender el ritmo de la vida, de comprender al Hombre y de comprendernos a nosotros mismos, consiste en ver al Ser Humano como a un Ser en evolución a lo largo de un camino con tres fases o etapas.
PRIMERA FASE.- La de todos los aspectos relacionados con la supervivencia, la de todos los aspectos que tienen su origen y su base en la supervivencia. La de conseguir los deseos de bienes materiales y de placeres sensuales. La de cubrir todas nuestras necesidades emocionales.
SEGUNDA FASE.- Desarrollar todos nuestros potenciales naturales, a la vez que ese desarrollo se convierte en una gran fuente de satisfacciones, de sentimientos de autorrealización y de plenitud.
TERCERA FASE.- La búsqueda de la sabiduría, de la liberación y de la armonía. Para quienes ésta fase es lo más importante y a la que dedica más energías y más tiempo, eso es la culminaciónde su vida.
Todo individuo, aunque para unos tenga más importancia que para otros, necesita de los aspectos de la primera fase, y mientras no tenga resueltos esos aspectos, las demás fases siempre se verán perturbadas por este hecho.
Todo individuo, en mayor o en menor intensidad, con mayor o menor interés, pasa mayor o menor tiempo en todas estas fases, incluso inconscientemente, pues la tres fases forman parte de nuestra naturaleza humana, aunque no seamos consciente de ello y disfracemos u ocultemos este hecho con mulitud de creencias y de deseos.
Que cada cual se observe a sí mismo, y sin justificarse ni sentirse orgulloso, vea que fuerza tienen cada una de estas fases en su vida, y vea que rumbo ha de seguir su vida.
Cuando el Sol brilla, para todos es igual,
las preferencias y las bellezas
sólo están en la mira parcial
del que, a la caza de placer, observa.
Las que nos muestran en calma
lo que sabemos captar.
En las que no sabemos imaginar
el conocimiento que guardan.
Miradas que por ser tan profundas
nos resultan tan misteriosas.
Sin son serenas y sabias,
¿Por qué para algunos son perturbadoras?
El estornino no necesita ser un personaje ilustre
para que tras su muerte pongan su estatua sobre
una elevada columna.
El estornino, durante su vida, con sus alas puede
elegir la columna que prefiera, y al igual que se
posa, levanta el vuelo y libremente se aleja.
CONCILIAR
Nuestra sociedad, con su visión dualista y moralista, pretende conciliar las tensiones y las luchas entre las dualidades de personajes, intentando que cada personaje ceda un poco y así las diferentes dualidades lleguen a un acuerdo en el justo medio, en el equilibrio de lo justo y de lo bueno para las dos partes.
Nuestra sociedad predica que esto es posible, que se trata de poner buena voluntad y también imaginación para elaborar estrategias y hacer propuestas que conduzcan a una conciliación entre los deseos opuestos, para lo cua se precisa el equilibrio estable y sólido entre lo racional, lo emocional y lo moral.
Mientras domine la visión de que lo más importante es conseguir lo deseado, aunque algunas veces se pueda llegar a acuerdos concretos basados en los principios y estragegias anteiores, pronto uno de los personajes aumenta la energía de sus deseos y entonces el equilibrio se acaba, y las diferentes estrategias y propuestas fracasan, y vuelven las tensiones y las luchas.
A lo largo de la Historia, la vida de los individuos y de las sociedades ha estado siempre dominada por las tensiones y por las luchas, de tal manera que el acuerdo siempre ha sido un bello ideal, una esperanza, una ilusión, una utopía, y estas bellas esperanzas, siempre centradas en las relaciones humanas o en el interior del individuo, siempre han despreciado la realidad de buscar la armonía con el Universo y con la Naturaleza.
ARMONIZAR
La única forma de armonizar a todos los personajes del actual teatro humano, consiste en buscar la armonía con el Universo y con la Naturaleza, con el flujo natural, con el ritmo del Tao. Para ello se requiere sencillez, serenidad y tiempo para ir comprendiendo a fondo la realidad del Universo, de la Naturaleza, del flujo natural, del ritmo del Tao.
Tenemos que entender que mientras estemos tan centrados en las relaciones con los demás y en nuestro propio interior, no podremos prestar la atención necesaria al Universo y a la Naturleza, y de esta manera, nuestra vida espiritual estará desequilibrada y no podremos alcanzar la armonía.
No son necesarias más cosas, de tal manera que las estrategias para intentar comprender o armonizar no serían una ayuda, sin un serio estorbo, pues nos llevarían a diferentes formas de artificio que chocarían con el flujo natural. De esta manera, la vía de armonizar consiste en que a medida que vayamos comprendiendo, nuesetras respuestas naturales ya nos indicarán lo más armónico para cada situación concreta que se nos presente.
De los dramas, de las tragedias, de las comedias, de los cuentos, de la vida.
*El conquistador------El moralista
*El hedonista----------El idealista
*El pasivo--------------El activo
*El que quiere conseguir lo deseado------
El que quiere ser amado.
*El superficial---------El profundo
*El egocéntico---------El generoso
*El que vende--------- El que compra
*El que busca la salvación-------
el que busca la liberación.
Son personajes míticos, prototipos, arquetipos, y el conjunto de todos ellos es lo que forma la estructura de lo que somos, la estructura sobre la que se asientan y en la que se manifiestan nuestros niveles de conciencia así como nuestras emociones y creencias.
Aunque dependiendo de nuestro nivel de conciencia y de las circunstancias en las que nos hallemos, unos personajes tienen en nuestro interior más fuerza que otros. Todos ellos siempre están en tensión y en lucha los unos contra los otros, de tal manera que la realidad de nuestras vidas está más determinada por la tensión y por la lucha, que por qué personaje vence y cual es vencido.
Las tensiones y las luchas entre ellos, hacen que la vida del individuo y de las sociedades, unas veces sea un drama, otras veces una tragedia, otras veces una comedia de ironías, de vanidades, de hipocresías, y a veces un cuento moralmente ejemplar y con final feliz.
Cada uno de estos personajes presenta muchas variedades, yeso puede llevar a creer que los seres humanos somos muy complejos y diferentes los unos de los otros, pero en todos nosotros, la variedad es que uno de estos personajes es más fuerte y está más presente que los otros, y siempre en tensión y en oposición con su pareja, pues la visión que el Hombre tiene de la realidad es una ilusión y por lo tanto es falsa, y esa falsedad adopta la forma dualista del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, de lo positivo y de lo negativo.
El Hombre todavía tiene que aprender a que todos esos personajes ocupen el lugar natural que les corresponde y en vez de luchar los unos contra los otros, cada uno acepte colaborar con los demás. Este es el camino que le queda al Hombre por recorrer, estos son los niveles de conciencia que le quedan por alcanzar.
Y mientras tanto, asistiremos a diversas representaciones teatrales, con los diversos personajes y sus variantes, cada uno queriendo imponerse a los demás.
Y en este marco teatral con las relaciones humanas con única trama de la obra, las relaciones del Hombre con el Universo, con la Naturaleza, con el fluir natural, quedan en un segundo lugar, cuando deberían ocupar el primero, pues el Hombre es Universo, es Naturaleza, es flujo natural, es Tao.
Si no hay sencillez no hay sabiduría.
Si no es sencillo no es sabio.
Estos son los principios básicos de la serenidad.
Las pocas palabras requieren y provocan hondas reflexiones, las cuales son la mejor fuente de sabiduría, de liberación de armonía, para cada uno de nosotros. Después, sólo nos queda confiar en el tiempo.
La que nunca pone condiciones,
y siempre fluye con las que le imponen.
La que siempre mira hacia lo lejano,
la que siempre se sustenta sobre lo cercano.
Da la espalda al valor dominador,
más no es por miedo ni por desprecio,
es porque en soledad y silencio,
es como ve mejor, fuera y dentro.
Quien usa sus dudas para liberarse de sus creencias,
su liberación las profundidades le enseña,
y así, no se crea tramas ni a las ilusiones
se entrega.
*No busca los riesgos, pero estos existen
y como naturales los acepta,
y ve en la sencillez, en la serenidad
y en el tiempo, su mayor riqueza.
*No lucha por conseguir, con lo que tiene
se sustenta,
y seramente, con lo comprendido vuela.
*Aprende que la seguridad buscada
es falsa y huera,
que sólo está seguro donde la libertad reina.
*Es amado a cambio de ser y dar
lo que de él se espera,
pero sólo en soledad el Amor
su esencia le muestra.
*Aprendiendo está a no forzar el resultado,
y sereno aprecia que lo que siembra
germine, brote, crezca y florezca.
*Observa el Misterio,
intuye y escucha
a su conciencia,
pero al Misterio,
como lo encuentra lo deja.
Las ilusiones que nos venden y compramos prometen lo claro, pero condenan a ser prisioneros de la oscuridad de vivir soñando.
Ilusiones que nos venden los propios y los extraños, las que nosotros compramos,
y aunque sus precios son altos, los pagamos
agradecidos y gustosos porque creemos
que las necesitamos.
*La ilusión del Misterio, al que con la forma de un dios, nos venden como servidor, convirtiéndolo en nuestro amo.
*La ilusión de mostrarnos al riesgo como pecado, y a la sencillez como obediencia para salvarnos.
*La ilusión de conseguir lo anhelado como
la panace para ser dichosos,
y la comprensión que nos alcanzamos
al pagar por los servicios que nos han prestado.
*Ver la seguridad como confianza en las ajenas promesas,
y no ver nuestra propia capacidad para
no tener dependencias.
*La ilusión del alcanzar el amor más sublime,
más puro y más bello,
y entregados al espejismo alcanzado
ver a la soledad como al enemigo más fiero.
*La esperanza de que la lucha y el esfuerzo nons traerán el estado soñado,
la ilusión que no nos deja ver que todo nos basta
cuando despertamos.
Las crean las capacidades de nuestra superior inteligencia, y en ellas vivimos,
porque orgullosos de nososotros mismos,
lo que vemos nos vuelve miopes y rígidos.
*Ver a los riesgos como suma de facilidades,
y a la sencillez como resta de posibilidades.
*Ver al hecho de conseguir como lo más importante,
y al hecho de comprender,
sólo como a un ayudante.
*Ver a la seguridad como el mejor medio
para conservar,
y a la libertad sólo como el mejor medio
para lograr.
*Ver el placer de sentirse amado
como pleno y elevado,
y a la soledad como lo gris,
lo duro y lo desolado.
*Ver a la esperanza con lo bello y anhelado,
y a la realidad como lo feo y rechazado.
*Ver al Misterio vestido con bellas creencias,
y no querer desnudarlo para no ver
las feas consecuencia de sus vestimentas.
