jueves, 23 de julio de 2020

LA PAZ



  La paz es una cosa que todo el mundo dice querer y nadie dice que la paz sea algo malo, pero los conflictos continuan, ya sea usando las armas o de otras maneras. Resulta contradictorio ver a tanta gente tan diferente puesta de acuerdo en mostrarse defensores de la paz, y a la vez ver tantos conflictos. 

  La paz se asocia a dos conceptos que igualmente todo el mundo dice defender: El amor y la justicia. Claro que entre estos dos conceptos se cuela el uso de la fuerza, que aunque nadie dice querer, todo el mundo recurre a él, esí, buscando primero unos buenos argumentos basados en el amor y en la justicia. 

El amor.- Allí donde reina el amor, como consecuencia natural también reina la paz. De esta manera hay que buscar también en la falta de amor la falta de paz, y entonces si miramos a fondo vemos que la falta de amor siempre se debe a la fuerza de los deseos, pero nos encontramos en una sociedad en la cual conseguir lo deseado es lo más importante. 

La justicia.- Si nos fijamos bien, todas las personas ven a la justicia como el hecho de tener aquello que desean, como el hecho de ser tratados como desean, y para ello, estas personas previamente han transformado a sus deseos en necesidades, y a sus necesidades en derechos, lo cual les da la justificación moral para luchar por la justicia,  recurriendo al uso de diversos tipos de fuerza para conseguir lo deseado. Si nos fijamos un poco en los conflictos sociales y entre grupos e individuos, vemos que todo el mundo se queja de ser víctima de alguna injusticia. En estos conflictos reina la creencia de que para conseguir lo que se considera justo hay que recurrir a algún tipo de fuerza, tal como por ejemplo, salir a la calle como medida de presión para obligar a la otra parte a ceder, o bien recurrir a otros medios de presión. Estas personas olvidan, o no quieren reconocer, que la fuerza que usan es un tipo de violencia, pues pretende obligar a otras personas a hacer cosas que no desean, cosas que no harían si no estuvieran sometidas a esa fuerza, a esa presión, demostrando así que para quienes recurren a la fuerza para conseguir lo que creen que es justo, es más importante conseguir lo deseado que la paz, y es una creencia bastante generalizada que mientras no haya justicia no habrá paz. 

 El uso de la fuerza armada.- Ya durante el Imperio Romano se decía que si quieres la paz, pepárate para la guerra. El uso de la fuerza armada es muy usual para conseguir la paz, pues cuando alguien derrota a alguien, el derrotado, ya sea por miedo o ya sea porque no ve posibilidades de conseguir lo deseado, se somete a la paz que le impone su vencedor. Por otra parte, el miedo ante la  fuerza del rival, del enemigo, muchas veces disuade a mucha gente de recurrir al conflicto. 

  Existe la creencia generalizada de que los conflictos armados los organizan los poderosos para conseguir sus deseos. Esto es cierto, pues a veces entienden que el uso de la fuerza armada es la mejor manera de conseguir lo deseado. Sin embargo hay una cosa que olvidan los defensores de la paz, y es que cuando hay paz, el principal beneficiario es quien tiene el poder, pues mientras nadie recurra al uso de las diferentes formas de fuerza, el poderoso seguirá disfrutando de su poder. 

 El Mahatma Gandhi decía: "No hay camino para la paz, la paz es el camino."

  Lao Tse decía: "Cuando no hay deseo todo está en paz."

  Que el lector saque las conclusiones de estos dos pensamientos.  

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