Podemos confiar en el Tao y en nuestras respuestas naturales. Lo demás no sólo es incierto, sino que no tiene la capacidad de satisfacernos, y por lo tanto no tiene la capacidad de que armonicemos, de que nos liberemos y de que nos sintamos fundidos con lo Divino.
Confiar en el Tao significa confiar en sus emanaciones: La conciencia, el Universo y la Naturaleza.
Confiar en nuestras respuestas naturales significa confiar en las respuestas que nos induce nuestra conciencia, en las respuestas que están en armonía con el Universo y con la Naturaleza. Las demás respuestas son todas ellas artificiales, y están producidas por nuestras creencias.
Confiar en cualquier aspecto de todo lo demás, y aquí también entran los demás, solamente nos produce una alternancia de dolor y de placer, una alternancia que nunca podemos controlar. Por otro lado, confiar en cualquier aspecto de lo demás, como en los demás, no tiene la capacidad para satisfacernos, ni para quitarnos nuestros miedos, y nos crea unas dependencias que unas veces nos hacen sufrir y otras veces no dejan sin libertad.
No me extiendo más ni pongo ejemplos concreto porque creo que es mejor que sea el lector el que profundice y saque sus propias conclusiones, pues sólo esas conclusiones le podrán permitir la comprensión profunda de las causas de su insatisfacción y de su sufrimiento.
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