lunes, 13 de julio de 2020
BIENESTAR
Las causas concretas de nuestros estados de bienestar pueden ser muchas, pero yo creo que todas ellas forman parte de alguna de las siguientes fuentes:
1ª) La consecución de diferentes deseos placenteros.
2ª) Nuestras actitudes y sentimientos compasivos, amorosos y morales.
3ª) Nuestras esperanzas de vernos libres de nuestros sufrimientos.
4ª) Nuestra libertad, tanto exterior como interior.
5ª) El desarrollo de nuestros potenciales naturales
6ª) Nuestra sabiduría y comprensión sobre la realidad.
7ª) Nuestra armonía con nuestro nivel de conciencia.
8ª) Nuestra armonía con el fluir natural de las cosas, con el ritmo del Tao.
Generalmente, cuando estamos en un estado de bienestar nos dedicamos a disfrutar de él, a creer que no hay que cambiar nada, a creer que todo lo estamos haciendo bien, a creer que nuestras creencias son acertadas y sabias. De esta manera, cuando estamos en un estado de bienestar no reflexionamos sobre estas ocho grandes fuentes de bienestar, la reflexión sólo viene cuando sentimos dolor, insatisfacción, frustración o malestar.
Cuando sentimos dolor, insatisfacción, frustración o malestar buscamos el bienestar, y si volvemos a sentir bienestar a través de algunas de las ocho fuente anteriores, nuestras creencias y nuestras actitudes se decantarán por considerar que la verdad y la liberación, están solamene en la fuente o las fuentes que nos producen el bienestar más elevado y duradero.
Cada una de estas ocho fuentes no sólo produce bienestar, también produce otras consecuencias y exige unos precios, y esto también hay que tenerlo en cuenta.
¿Cuáles crees que son las consecuencias y los precios de cada una de estas funtes de bienestar?
Tus respuestas serán el reflejo fiel de tu nivel de conciencia, de tu grado de libertad, de sabiduría y de armonía.
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