sábado, 25 de julio de 2020
AMOR Y SOLEDAD
El amor es creador de vida, y para cumplir esa misión se nos presenta placentero, trascendente, culminante,...
Pero con frecuencia nos trae conflictos, odios, desprecios, frustraciones, y con frecuencia condena a sus víctimas a soledades que son vividas de forma dolorosa.
¿Qué ocurre dentro del Hombre que sin que sepa impedirlo, pasa de lo que cree que es trascendente y culminante a vivir dolorosamente su soledad?
¡Qué bello, qué bonito, que satisfactorio resulta el amor cuando es generosamente correspondido!
Sin embargo, sin la soledad aceptada y serena la vida humana no puede alcanzar a desarrollar todas sus potenciales, no puede desarrollar su transcendencia, no puede culminar en la armonía.
¿Qué le ocurre al Hombre que no es consciente de estos aspectos?
¿Qué le ocurre al Hombre que no sabe hacer compatibles estos aspectos?
Las respuestas no son sencillas. Tampoco resulta sencillo impedir estas contradicciones.
Pero la sencillez serena, esa sencillez que es madre de la sabiduría, es el camino que, junto con el tiempo, puede hacer que tememos conciencia de nuestro estado actual y que alcancemos un estado interior que haga compatibles al amor y a la soledad.
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