Tanto la ciencia como la mística de todas las tradiciones espirituales entienden que la materia y la energía son una misma cosa, de esta manera, la materia se convierte en energía y la energía en materia, y esto se puede aplicar al Tao y a su ritmo.
Si nos centramos en la energía vemos que existen muchas fuentes de energía y muchas maneras de que la energía se manifieste. También podríamos decir que si bien todo se mueve debido a la energía, también podríamos decir que todo desprende energía.
De la energía nos habla la ciencia, la magia, las religiones y todas las tradiciones espirituales, por lo tanto tenemos mucha información y muchos conceptos sobre la energía.
La energía se mueve a oleadas, y siempre lo hace siguiendo ciclos, o mejor dicho, todo ciclo está movido por energía, cuya fluctuación es la que determina el movimiento y la duración de todos los ciclos.
Todo esto puede verse en los libros de ciencia y de sabiduría espiritual. Sin embargo, el problema que tenemos es que aunque estamos sometidos a todos estos aspectos de la energía, no somos conscientes de ellos y la mayoría de las veces no los notamos, no los percibimos. Esto se debe a que hemos abandonado la intuición y la observación directa en favor de la inteligencia y de los conceptos mentales, y sobre todo, a las fuertes interferencias y perturbaciones a las que estamos sometidos por parte de todo lo urbano y de todo lo tecnológico.
Nuestra sociedad ha sacrificado el mundo natural y el mundo espiritual a favor del mundo de las comodidades materiales, de la seguridades frente a la Naturaleza, de todo tipo de poderes, del beneficio económico, de los bienes materiales, de los deseos de ser amados y admirados, de los deseos de éxito, y sobre todo, nuestra sociedad ha sacrificado el mundo de lo natural y de lo espiritual, en favor del mundo de la inteligencia y de los valores morales, de las creencias de todo tipo, de las especulaciones filosóficas, de lo cultural, creyendo que esto es lo que nos hace humanos y que lo humano es lo superior.
La fase en la que se halla nuestra sociedad es una fase más del ritmo del Tao, es la evolución de las fases anteriores que agotaron su energía y sus posibilidades, y hasta que la energía y las posibilidades sobre las que se sustenta la fase actual no se agoten, la sociedad no dará el siguiente paso importante, y mientras tanto se irán produciendo pequeños cambios, la mayoría de los cuales serán solamente aparentes o superficiales, aunque se habla mucho de lo "nuevo" o incluso de lo "revolucionario".
Pero lo natural y lo espiritual siguen ahí, siguen dentro de cada uno de nosotros, y tienen capacidad para captar el movimiento de los ciclos y de las energías, para transformar la conciencias y las realidades, y para armonizar con los ciclos y con las energías, sólo se requiere interés y práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario