domingo, 5 de marzo de 2017

REALIDAD Y CREENCIAS


    Cuando el continuo y cambiante flujo de la realidad se ajusta a nuestras creencias, esto hace que nos afirmemos en ellas. Pero reafirmarse en nuestras creencias nos vuelve rígidos y limita nuestra visión panorámica impidiéndonos ver los diversos aspectos que presenta la realidad. Por otro lado, al cabo de un tiempo, la realidad dominante presentará aspectos contrarios a nuestras creencias. 

   Cuando nuestras creencias y la realidad entran en conflicto, se presentan las siguientes opciones:

   * Negar los hechos reales. 

   * Utilizar la inteligencia y la astucia para conseguir argumentos que hagan que la realidad y nuestras creencias encajen. Estos argumentos son muy utilizados por los políticos y por todos aquellos que quieren convencer de algo a los demás, pero también los usamos frecuentemente con nosotros mismos para no tener que cambiar nuestras creencias. Al Ser Humano actual le resulta más fácil buscar argumentos para hacer que la realidad encaje con sus creencias, que cambiar de creencias, pues el Ser Humano identifica sus creencias con su identidad, con su dignidad, con su ego, con sus deseos más intensos y cree que cambiar de creencias es una especie de muerte de sí mismo o de renuncia a lo que cree que es su verdadero ser. 

* Adaptar las creencias a la realidad, pero como la realidad cambia continuamente y tiene muchas caras, el Se Humano no es tan flexible como para estar cambiando continuamente de creencias, por eso, lo más sabio es no tener creencias y buscar la relación directa con la realidad recurriendo a nuestra conciencia más honda a la hora de reaccionar ante cada aspecto de la realidad. 

   Recordemos que no existen diversos niveles de la realidad sino diferentes niveles de la conciencia que tenemos sobre la realidad. Recordemos también que la realidad es como un diamante con muchas caras, y que cada creencia consiste en centrarse en una sola cara de ese diamante. 

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