viernes, 30 de noviembre de 2018

IMÁGENES ONÍRICAS






  Aquí no sirven los conceptos ni las reflexiones que podamos hacer con ellos. 

   Aquí se trata de impresiones, de sensaciones,
de intuiciones. 

jueves, 29 de noviembre de 2018

SIEMPRE HAY...






   Aquella mañana de domingo después de desayunar, Insatisfecha se puso a reflexionar sobre su vida. No tenía problemas y tenía lo necesario para vivir, pero estaba insatisfecha, y no sabía por qué. 

   No sabía por qué el trabajo no la satisfacía, había probado varios trabajos y siempre le pasaba lo mismo, y ya no buscaba otros. No la satisfacían las relaciones amorosas, siempre se encontraba con que al cabo de un tiempo éstas relaciones le decepcionaban. No le satisfacían las relaciones con sus amigos, pues ninguna le proporcionaba las alegrías que esperaba. No le satisfacían las variadas actividades que había realizado, no le convencía ninguna creencia, casi nunca miraba en su mundo interior y apenas sentía la presencia de su conciencia. Toda la energía la destinaba a conseguir satisfacciones.

  Viendo que la mañana era soleada y cálida, decidió coger el coche e irse al campo  a dar un paseo, pero al cabo de media hora ya no le satisfacía ni la belleza del paisaje, ni el canto de los pájaros, ni los colores de las flores y de las mariposas, y la serenidad que reinaba le resultaba aburrida. Se sentó a seguir reflexionando sobre su vida y al cabo de unos minutos vio acercarse a Caminante, el cual lo observaba todo y además le dio la impresión de que estaba satisfecho. Cuando Caminante llegó a su altura no pudo evitar decirle:

 -Parece que todo tiene mucho interés para ti, ¡qué suerte!

 Caminante le sonrió y le dijo:

 -Siempre hay algo que observar, algo sobre lo que ahondar, una libertad para volar, una soledad para cultivar, un fruto para compartir..., y en cada una de esas cosas siempre hay una sabiduría que descubrir.

-Estas palabras me recuerdan a todos los que me dicen que he de ser positiva. -Dijo Insatisfecha en tono despectivo. 

 Caminante no quiso entrar en el tema de lo positivo y de lo negativo, cosas que a él no le interesaban pues le parecían una visión superficial de las cosas, y le dijo:

 -Tú esperas placer y satisfacción de todo y de todos. Pides, incluso puede que exijas, pero ni sabes ser generosa, ni sabes aportar nada a los demás, ni has descubierto otra forma de vivir.

 -¿Cuáles son las otras formas de vivir? -Preguntó Insatisfecha, creyendo que tenía el derecho a que Caminante le diera una solución. 

 -Las que irás descubriendo cuando te cuestiones a fondo tu actual forma de ver las cosas, y sobre todo, cuando dejes de lamentarte de tus insatisfacciones y de creer que las satisfacciones de los demás son cuestión de suerte. -Respondió Caminante, el cual noto a Insatisfecha deseosa de hacer más preguntas, pero Caminante le dijo:

  -Deja de intentar que yo dé respuestas a tus preguntas. Si yo te contesto o si te contesta cualquier otro, nunca aprenderás a mirar dentro de ti, nunca aprenderás a observar,  a ahondar, a volar, a cultivar y a compartir. Aquí tienes, delante de ti y en tu interior, todo lo que necesitas. Eso es todo.  

miércoles, 28 de noviembre de 2018

TENSIÓN INTERIOR Y CAMBIO



   -A veces me encuentro con que he comprendido que tengo que hacer algo y con una resistencia interior a hacerlo. -Le dijo Caminante a Viejo Maestro. 

 -Toda resistencia a hacer algo que se ha comprendido significa que ese algo no se ha comprendido en su totalidad. Cuando la comprensión es completa no hay resistencias, todo son respuestas naturales y armónicas. Sin embargo, la tensión es una energía que nos impulsa a encontrar la comprensión completa. Esto es algo que ya deberías saber. -Dijo Viejo Maestro. 

  -Sí, mi mente lo sabe, pero mi conciencia no lo comprende en toda su totalidad. -Dijo Caminante.

  -Bien, ya no estás confuso, ahora sólo es cuestión de práctica y de tiempo, es decir, de seguir caminando. -Dijo Viejo Maestro. 

 -Tras una cuesta arriba viene una cuesta abajo y después otra cuesta arriba, tras un curva viene una recta y después otra curva, tras una piedra viene un prado y después un cardo. Yo tengo mi propio horizonte, pero... ¿Qué hay realmente al final del camino?. -Preguntó Caminante. 

  -Casi nadie llega al final del camino, y la sabiduría de los que han llegado es un mapa y una brújula, pero nuestro camino lo tenemos que hacer nosotros con nuestros propios pies y nuestra propia sabiduría. De todas maneras tienes el camino y el impulso para caminar por él, y yo eso lo considero mi mayor tesoro, pues la mayor parte del tiempo me siento libre, pleno y fiel a mi conciencia. -Respondió Viejo Maestro. 

DE LA CONFUSIÓN A LA COMPRENSIÓN


       Si vemos a cada uno de los conceptos de nuestra mente como una hoja, esta foto nos resultará confusa, no veríamos la armonía.         




    Si aislamos a cada hoja y vemos todas sus características, la comprensión empieza a avanzar.


    Si una vez comprendidas las características de cada hoja empezamos a combinar unas pocas hojas, no tenemos ningún problema para comprender la armonía que hay en ellas. 

  Si seguimos este proceso acabaremos por ver la armonía que hay en la primera foto, acabaremos por ver cuales son las relaciones entre todas las cosas, acabaremos por ver la armonía que existe en la primera foto. 

  Aprender requiere seguir un proceso, y cuando ya hemos aprendido a distinguir los conceptos y a relacionarlos, entonces es la hora de prescindir de los conceptos, entonces intuitivamente se nos presenta la armonía de la primera foto. 

martes, 27 de noviembre de 2018

COMOS LAS HOJAS





   La historia de las hojas
   es un poco como la historia de nuestras vidas. Ellas y nosotros compartimos sol, cielo, planeta,
energías, materia y ciclo vital.
Ellas y nosotros  regresamos al mismo lugar.

LIBERTADES Y PENSAMIENTOS

     LIBERTAD ALADA
   


    LIBERTAD SERENA.


       ¿En qué pensará el pájaro?

       ¿En qué pensará el gato?

  Piensen lo que piensen son pensamientos
  libres y naturales. 

     ¿Cuántas veces tenemos los seres  humanos estos tipos de pensamientos?

lunes, 26 de noviembre de 2018

ACEPTACIÓN Y REBELDÍA




   Caminante le dijo a Viejo Maestro:

  -Siempre dices que hay que aceptar el flujo natural de las cosas, pero ¿hay que aceptar también los valores de nuestra sociedad?

  -Los valores de nuestra sociedad son un artificio, no están en armonía con el flujo natural de las cosas, no son valores espirituales, por eso hay que mantener la rebeldía interior frente a ellos, y sin embargo, hay que aceptar el hecho de que no podrás cambiar esos valores, y sobre todo, no podrás conseguir que la sociedad adopte tu visión de las cosas. -Respondió Viejo Maestro. 

 -Eso no me suena a rebeldía, sino a resignación.
-Dijo Caminante. 

-Rebelarse activamente contra lo que no se puede cambiar es estupidez y una pérdida de energía, lo cual sólo te producirá frustración y decepción. Por eso se trata de mantener la rebeldía interior y aprender a soportar unos valores que no nos gustan. Por otra parte, como la sociedad no puede cambiarse, se trata de seguir cultivando nuestro mundo interior, seguir nuestro camino espiritual, un camino en el que iremos hallando momentos de armonía. Esto no es resignación, esto es lo que yo entiendo por rebeldía. -Concluyó Viejo Maestro.

 -O sea, que no hay que intentar asaltar el castillo de la sociedad, sólo hay que aprender a defenderse de los guerreros que lo habitan, buscar la armonía con el campo que rodea al castillo y compartir la vida campestre con quienes quieran hacerlo. -Dijo Caminante. Y Viejo Maestro sonrió satisfecho. 

domingo, 25 de noviembre de 2018

VIVIR LA VIDA


  -¿Por qué caminamos? -Preguntó Caminante a Viejo Maestro. 

  -Porque dentro de nosotros existe una energía, un impulso, una intuición que nos impulsa a ello. 
 -Respondió Viejo Maestro. 

 -¿Pero por qué hay tantos horizontes y muchísimos más caminos? -Preguntó Caminante.

 -El horizonte y el camino los escoge la conciencia, y cada cual nace con un nivel de conciencia diferente el cual evoluciona a lo largo de la vida. -Respondió Viejo Maestro. 

  -¿Tenemos capacidad para dirigir nuestra propia vida? -Preguntó Caminante. 

  -En teoría sí, eres libre de hacer varias cosas ante cada situación que se te presente en la vida, y en función de lo que hagas una parte de tu vida será de una manera o de otra. Sin embargo, a mi la experiencia me ha mostrado que en cada momento sólo hacemos aquello que la pugna entre nuestro nivel de conciencia y nuestros lastres nos permite hacer, es decir, hacemos lo que hacemos porque en el momento de hacerlo no hubiéramos podido hacer otra cosa, pero esto se descubre después de hacerlo, antes de hacerlo creemos que podemos tomar diversos caminos. -Respondió Viejo Maestro. 

  -Me parece muy importante esto que dice, sigue por favor. -Pidió Caminante. 

  -Por otro lado, está lo que el flujo natural de la vida nos va presentando en cada momento. Sobre eso no tenemos ningún control, ni como individuos, ni como sociedad, ni como especie, por más que la mayoría de la gente se empeñe en dominar ese flujo natural. Aquí de nuevo nos encontramos ante la pugna entre nuestro nivel de conciencia y nuestros lastres e insuficiencia, aquí se nos presentan las opciones de intentar dominar los acontecimientos o bien la opción de permitir que los acontecimientos sigan su curso natural. 
-Dijo Viejo Maestro. 

 -¿Crees que existe el destino? -Preguntó Caminante.

 -Yo no habla nunca de destino, sino de la evolución de nuestra conciencia. Verás, en mis años de caminante he deducido lo siguiente: el ritmo del Tao hizo que naciéramos con un determinado nivel de conciencia, ese nivel de conciencia evoluciona en función de nuestras vivencias, y esas vivencias unas veces las provocamos nosotros con nuestros actos y con las conclusiones que sacamos, pero hagamos lo que hagamos, una parte de nuestras vivencias dependerán del flujo natural de las cosas, es decir, del ritmo del Tao. Para que puedas entenderme, es como si fuéramos prisioneros de la fidelidad a nuestra conciencia y del flujo del Tao, al igual que el agua de un río es prisionera del cauce por el que corre, y se da la aparente paradoja de que siendo prisioneros es cuando armonizamos y nos liberamos, mientras que cuando vivimos fuera de esa "prisión" (que es la mayoría de las veces), lo único que conseguimos es esclavizarnos a nuestros deseos y pagar un alto precio en sufrimiento por el hecho de vivir en desarmonía con el ritmo del Tao.
-Contestó Viejo Maestro. 

 -Pero tu hablas mucho de libertad interior, de no vivir prisionero de ningún cauce. -Dijo Caminante como si viera una contradicción en las palabras de Viejo Maestro.

  -Sí, y esa libertad interior al liberarme de las creencias y de los conceptos, al permitirme experimentar directamente el flujo natural de las cosas, es la que me ha permitido llegar a estas conclusiones y alcanzar algunos momentos de armonía y de liberación. -Concluyó Viejo Maestro.

EL TIEMPO





   Caminante se encontró con Viejo Maestro, se trataba de un hombre ya muy anciano en cuyo cuerpo se notaban claramente los años, pero que mantenía un expresión serena y firme y una mirada clara y despierta. Hacía años que se conocían pero ahora hacía tiempo que no se veían, y tras saludarse con un abrazo, se sentaron y comenzaron a charlar: 

 -¿Qué es el tiempo? Pues existen muchas visiones y teorías sobre él, la ciencia lo estudia y la filosofía también, y son infinidad los pensadores de todo tipo que han hablado sobre él, así como los poetas y los artistas. -Preguntó Caminante. 

  -En la Tierra y para las vivencias del Hombre, el tiempo depende de la velocidad a la que se mueve nuestro planeta en torno al Sol y sobre su propio eje, el tiempo depende del movimiento, y también te podría decir que el tiempo es parte del ritmo del Tao sobre la Tierra. -Contestó Viejo Maestro.

 -Pero entonces, ¿por qué existen tantas visiones del tiempo? -Preguntó Caminante. 

 -Porque el movimiento siguiendo su flujo natural produce cambios, de tal manera que la mayoría de las veces el Ser Humano no acepta esos cambios, sobre todo, porque entre las muchas cosas que nos traen esos cambios están la enfermedad, el dolor, la vejez y la muerte, y para intentar eludir esas realidades naturales surgen las teorías y las visiones sobre el tiempo. -Contestó Viejo Maestro.

 -Pero una veces percibimos que pasa a una velocidad y otras a otra, e incluso a veces creemos que el tiempo se ha parado. ¿A qué se debe esto?
-Preguntó Caminante. 

 -Es una percepción subjetiva de nuestra mente o de nuestra conciencia, pero sea cual sea la percepción que tengamos, el tiempo siempre pasa a la misma velocidad, con lo cual se trata de aprender a viajar con él a su misma velocidad. 
-Respondió Viejo Maestro. 

 -¿Qué es eso de viajar a su misma velocidad?
-Preguntó Caminante. 

 -Ya te he dicho que el tiempo depende del movimiento, y también te he dicho que el movimiento es el que nos trae los cambios, por eso, viajar a su misma velocidad consiste en aprender a aceptar los cambios que el tiempo nos trae. -Respondió Viejo Maestro. 

 -¿Y qué opinas sobre las diferentes teorías en torno al pasado, al presente y al futuro? -Preguntó Caminante. 

 -El pasado no vuelve, pero es maestro y base para el presente y para el futuro. El presente es cuando todo sucede, en cuando vivimos. Y en cuanto al futuro, es eso que siempre llega, aunque casi nunca es como lo esperamos o como lo tememos. Bueno, así es como lo veo yo, de tu conciencia dependen las conclusiones que saques. -Concluyó Viejo Maestro.





                               Dicen que el tiempo vuela.
                No hay quien a sus plazos no tema,
               y sus medidores son siempre cadenas.
               pero quien usa sus propias alas,
               volando o posado, se libera. 

jueves, 22 de noviembre de 2018

LÍNEAS Y CÍRCULOS


   -Hoy me gustaría hablar de los ciclos. -Dijo Lucía. 

  -Existen dos visiones sobre el movimiento del Universo, sobre el fluir de la vida: la visión occidental y la oriental. La visión occidental es lineal, se trata de una línea del tiempo que siempre va hacia adelante, que aunque pueda tener curvas nunca vuelve atrás, en la que nada se repite, en la que todo es evolución  progreso, unas veces más rápido y otras más lento. -Dijo Caminante. 

 -Si pero a mí lo que más interesan son los ciclos. 
-Dijo Lucía con entusiasmo juvenil. 

 -No seas tan impaciente. Comprender las cosas requiere serenidad y reflexión, y después vienen la intuición y las respuestas naturales. Sigamos. La visión oriental dice que el Universo y la vida fluyen a base de círculos, de ciclos, que tras desarrollarse y alcanzar la plenitud, todo vuelve a su origen. Sin embargo, profundizando en esta visión se ve que cada ciclo no es exactamente igual que el anterior, que hay evolución, y esto es fundamental para la vida de cada ser humano, pues es cierto que nacemos de la Gran Madre y a Ella volvemos, pero nuestra vida consiste en diferentes etapas evolutivas dentro de ese ciclo vital. -Dijo Caminante. 

 -Si todo son ciclos, ¿por qué le das tanta importancia a las etapas de cada ciclo? -Preguntó Lucía. 

 -Porque vivimos siempre en el presente, y cada instante del presente es una etapa del ciclo vital. Por otra parte, cuando se deja atrás la juventud es necesario prepararse para la vuelta a nuestro origen, y ese prepararse significa aprender a aceptar todos los aspectos propios de la vejez, o si lo prefieres, aprender a aceptar el conjunto de los aspectos de la vida. Cuando dejes de ser joven lo entenderás mejor. -Dijo Caminante.

  -¿Y cómo puedo entenderlo? -Preguntó Lucía.

  -Observa a la Naturaleza, observa a tu cuerpo. La Tierra gira en torno al sol una vez al año. Durante el año hay cuatro estaciones, y tras cada una siempre viene la siguiente. Las plantas tienen su ciclo vital, los animales también, y tu cuerpo, que forma parte de todo eso, que se rige por las mismas leyes, pues también. Hay que aprender a comprender y a aceptar cada una de las etapas y como esas etapas forman parte del ciclo vital. 
 -Respondió Caminante.

 -Voy entendiendo. -Dijo Lucía. 

 -Mira, todo el mundo sabe lo que acabo de explicarte, pero no se acepta. Realmente nos da miedo que nuestro ciclo vital acabe con la muerte, por eso no lo aceptamos, y por eso no aceptamos que volvemos a fundirnos con la Gran Madre de la que nacimos. -Dijo Caminante. 

  -¿Somos mortales o inmortales, tú qué opinas? 
-Preguntó Lucía. 

 -Siempre he pensado que el miedo a la muerte ha dado lugar a multitud de creencias sobre lo que pasa tras la muerte del cuerpo. No tengo pruebas, nadie las tiene, existen creencias muy bien argumentadas y convicciones y fes muy sólidas. Yo por mi parte creo que nuestro ego muere con nuestro cuerpo, pero que la materia que forma nuestro cuerpo, nuestra energía, nuestra esencia, y puede que nuestra conciencia, son inmortales. Para mí, el problema es que nos identificamos con nuestro ego y no con todo lo demás. -Concluyó Caminante, y Lucía entendió que esa era la Gran Clave. 

OPUESTOS COMPLEMENTARIOS





   Al día siguiente, Lucía le dijo a Caminante:

 -He pensado que hay otras parejas, como son las del Yin y el Yang. 

 -Sí, efectivamente. Pero estas parejas no son dualistas, no son de blanco y negro, no son de polos opuestos, son de opuestos complementarios y que no necesitan ni tienen una tercera fuerza que tenga que escapar de ellos. -Dijo Caminante. 

-¿Podrías ponerme ejemplos concretos?- Pidió Lucía. 

 -Hay varios ejemplos, pero ahora se me ocurren tres principales: Se trata de los femenino y lo masculino, de la conservación y la innovación, del reposo y del movimiento. -Respondió Caminante.

-A ver como ves tu eso del patriarcado del feminismo. -Dijo Lucía. 

 -Las energías femeninas están sobre todo en la mujeres, las energías masculinas están sobre todo en los hombres, pero ambos pueden tener energías femeninas y masculinas. A mi modo de ver, ambas energías son igualmente necesarias, y por lo tanto, la sociedad las debería valorar por igual. Si la sociedad viera las cosas así, no existiría el patriarcado ni el machismo, y no se necesitaría del feminismo. Pero la sociedad se basa en artificios morales e ideológicos, y se basa en intereses de grupos sociales, y por eso no puede ver la realidad del yin y del yang aplicado a las relaciones entre hombres y mujeres. -Dijo Caminante. 

 -Ahora veo que  este aspecto del yin y del yang no necesita de una tercera fuerza, veo que se trata de permitir que las cosas ocupen el lugar que naturalmente les corresponde, es decir, se trata de buscar la armonía y evitar los dominios y no necesitar de las rebeliones. -Dijo Lucía. 

 -Efectivamente, y lo mismo sucede con el caso de la conservación y de la innovación. La vida es movimiento, con lo cual no se puede pretender conservar siempre la misma visión y la misma actitud, pues eso impediría la armonía con el natural fluir de la vida. Sin embargo, la innovación no puede ser continua pues entonces las cosas no tendrían tiempo de arraigar, de florecer, de dar frutos y de dejar semillas. Además, la innovación no debe ser de todas las cosas, sólo de aquellas que no estén en armonía con el fluir natural de la vida. -Dijo Caminante. 

  -¿Y qué cosas hay que conservar y cuales hay que innovar, y en qué momento? -Preguntó Lucía. 

  -Mientras domine la creencia de que se ha de controlar y dominar lo que nos rodea, y tener lo que se desea, saber eso es imposible, pues se impondrán los deseos de poder y de tener sobre la visión armónica de las cosas. -Respondió Caminante. 

  Lucía guardó un silencio reflexivo, y sin tener nada que comentar al respecto, dijo: 

  -Lo del reposo y el movimiento lo entiendo, ya que en mi caso es totalmente intuitivo: Reposo cuando estoy cansada y aprovechando la serenidad profundizo en las cosas. Cuando recupero fuerzas paso a la acción. La vida es movimiento y creo que todo movimiento forma parte de una armonía y requiere de la reflexión y de la serena intuición para poder ver esa armonía. -Dijo Lucía, y Caminante sonrió complacido. 

martes, 20 de noviembre de 2018

...Y LOS QUE DESEAN SER LIBRES




   -Tu que has caminado y reflexionado tanto, ¿Qué puedes decirme de las principales actitudes del Ser Humano? -Preguntó la joven Lucía a Caminante. 

  -Para mi existen varios prototipos humanos, o si lo prefieres, varias fuerzas que se mezclan diversas maneras y en diversas proporciones dentro de nosotros. Para que lo entiendas mejor he hecho un esquema de cinco parejas y de una tercera fuerza que no acepta formar parte de ninguna pareja  que busca su propio camino. 
-Dijo Caminante, el cual comenzó acto seguido.

-Por un lado están quienes tienen muchas ambiciones, quienes quieren obtener el éxito a toda costa, y que quieren ser pastores. Y junto a ellos, complementándoles están las ovejas que exigen ser bien dirigidas y bien protegidas. -Dijo Caminante, dejando que fuera Lucía la que descubriera al tercero de este esquema, y Lucía no tardó en descubrirlo. 

 -Y el tercero que no acepta esta relación supongo que es el que pretende pastar en soledad y en libertad, ¿No?- Dijo Lucía.

  -Efectivamente, y sigamos con la segunda pareja complementaria: Los que desean sentirse amados y los que buscan a quien poder amar. -Dijo Caminante. 

  -Y el que no se somete a este dualismo es aquel que ama de su libertad. -Completó Lucía. 

  -Sí, pero sigamos. Están los que quieren conseguir sus deseos y aquellos en los cuales la moralidad es fuerte. -Siguió Caminante.

  -Y están aquellos que anhelan ser libres. -Dijo Lucía.

  -Están los que quieren salvar a la Humanidad, ya sea luchando para que los seres humanos vayan al Cielo, o ya sea luchando para construir paraísos en la Tierra. Y están aquellos que buscan ser salvados. -Dijo Caminante. 

 -Y está el que busca su propia libertad por sus propios medios. -Dijo Lucía. 

 -La quinta pareja es aquella que en diversas circunstancias se forma por el enfrentamiento entre dos opciones enemigas. Cada opción se presenta como la buena y acusa a la otra de ser la mala. -Dijo Caminante.

  -Y están quienes se resisten a ser convencidos por las "verdades" de ambos bandos y aspiran a mantener su libertad interior frene a los "buenos" y frente a los "malos". -Dijo Lucía. 

 -Efectivamente, eres una observadora muy aguda. Ahora, tú y yo necesitamos ser más conscientes de la fuerza que cada una de estas parejas tiene dentro de nosotros y de como la fuerza de nuestra libertad puede escapar de su tiranía. -Dijo caminante. 

 -¿Quieres decir que no basta con saber las cosas, sino que hay que ser plenamente conscientes de lo que se sabe? -Dijo Lucía.

 -Así es, pero recuerda que la primera puerta a la comprensión siempre es la observación y la mente, pero que lo profundo y lo sabio están en la conciencia y en la intuición. -Concluyó Caminante.

domingo, 18 de noviembre de 2018

DEFECTOS, VIRTUDES Y JUSTIFICACIONES




  -¿Cuáles son tus defectos y cuáles son tus virtudes? -Le preguntó Juan a Caminante. 

 -No lo sé. -Contestó Caminante. 

-¿Cómo que no lo sabes? -Exclamó extrañado Juan. 

 -Eso sólo lo saben los demás, yo sólo conozco los argumentos que utilizo para justificarme ante los demás y ante mi mismo. -Contestó Caminante, y Juan le pidió que se explicara mejor, a lo que Caminante le dijo: 

  -Mis defectos son aquellas cosas que molestan a los demás, o que ellos creen que pueden perjudicarles, o aquellas cosas en las que no les complazco. Pero lo que unos ven como defectos tal vez otros lo vean como virtudes. En cuanto a mis virtudes se trata de aquellas cosas que producen algún tipo de placer en los demás, lo que puede servirles de ayuda. Y lo que unos consideran que son mis virtudes, otros pueden verlo como defectos. Tu ves mis defectos y mis virtudes, y los ves según tu propia visión moralista y según tus propios intereses, y eso les ocurre a todos los que me conocen. -Explicó Caminante. 

  -Nunca lo había visto así. ¿Pero estás seguros de que no te ves tus defectos y tus virtudes y que todo lo que me has dicho no es una manera sutil de justificarte? -Preguntó Juan.

  -No, yo no veo mis defectos ni mis virtudes y además no me importan, y tampoco me estoy justificando en esta ocasión. Yo veo lo que les gusta a los demás de mi, y veo lo que les disgusta, y me encuentro con que si quiero que me quieran tengo que darles lo que les gusta y evitar lo que les disgusta, y también me encuentro con que si quiero ser libre no siempre puedo complacer a los demás. -Contestó Caminante. 

  -¿Cómo es posible que digas que no te importan tus defectos y tus virtudes? -Protestó Juan. 

  -A mi lo que realmente me importa es ahondar en mi interior, comprender el mundo que me rodea, vivir tranquilamente y con sencillez, y caminar hacia mi horizonte espiritual. Y claro, me importa que la gente me quiera, y me importa cuando no me quieren, pero defectos y virtudes no entran en mi visión de las cosas, son parte de la visión moralista, una visión que aunque algunas veces evita algunos pequeños males, siempre crea cadenas, produce hipocresías, y siempre impide comprender la realidad de las cosas. -Respondió Caminante. 

  -¿Y en qué situaciones te justificas? -Preguntó Juan. 

 -Cada vez que mi ego se siente atacado y cada vez que mi ego quiere ser admirado o amado. Siendo consciente de esto avanzo en mi camino de comprensión de mi interior, y me ahorro las complejidades, los artificios morales y los sentimientos de culpa que se producen cuando nos enredamos con los defectos y con las virtudes. 
-Concluyó Caminante. 

  Y Juan recordó haber leído un pensamiento clásico chino que decía:

  "No te creas malo y no quieras ser bueno"

LO NECESARIO






    Lo necesario:

      Nutrición y libertad,
      y ambas son regalos
      de la Madre Tierra
      y del Padre Cielo,
      sólo hemos de aprender
      a valorarlos.