*Siempre hay un ego que pone prohiciones.
*Siempre hay un ego que las incumple.
*Los egos ajenos nos castigan, nos seducen,
o nos sobornan.
*El ego propio nos justifica y nos premia.
Las alas se liberan de las dinámicas del ego,
y encuentran su rumbo cuando se guían por la conciencia.
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