Intentamos influir en los comportamientos, en los sentimientos, y en los pensamientos y creencias de los demás, poniendo más o menos energía, y a veces inconscientemente, para conseguir de ellos o a través de ellos:
*Lo que deseamos, o que nos ayuden a conseguirlo.
*Ser comprendidos, admirados, premiados y amados.
*Tener un grupo de personas afines con las que compartir lo que cultivamos o lo que llevamos dentro.
A veces fracasamos, a veces tenemos éxito:
*Creemos que el mayor fracaso es que no hagan lo que deseamos, pero el mayor fracaso es la dependencia que nos creamos respecto a los demás.
*Cremos que el mayor éxito es conseguir de ellos lo que deseamos, pero el mayor éxito es la libertad y la sabiduría que hallamos en soledad.
¿Cómo reaccionamos ante la influencia de los demás sobre nosotros?
Los demás también influyen en aquellos sobre los que nosotros queremos influir. ¿Cómo reaccinamos?
A veces, los demás prefieren influir más en los demás que en nosotros. ¿Cómo reaccionamos?
Cuando no buscamos culpas ni justificaciones, encontramos las respuestas.
En nosotros y en los demás existe un grado de libertad que resiste frente a las influencias.
¿Somos conscientes de su importancia?
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