El hedonismo busca una fuerte y continuada intensidad placentera en las sensaciones y en las emociones. Rechaza casi todos los límites y tiene dos grandes objetivos: Alcanzar su propia visión de la libertad, y su propia visión de la felicidad.
El hedonismo siempre trae un grado u otro de frustración, pues el hedonista sólo está satisfecho durante un tiempo.
La austeridad tiene diversas causas: La pobreza o el miedo a ella en el futuro. La avaricia. Cuidar de la salud. Muchas de las creencias morales y religiosas. Y también la precaución o el miedo ante las consecuencias dolorosas del hedonismo. La austeridad siempre significa un grado de represión para el austero.
El hedonista rechazando límites, y el austero imponiéndolos, luchan entre ellos para imponer sus condiciones.
La sencillez es una forma de ver la vida a la que se llega por serenidad y por comprensión, y por lo tanto escapa, tanto a la dinámica del hedonismo, como a la dinámica de la austeridad.
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