Las señales las interpretamos sabiamente cuando prestamos serena atención. Sin embargo, son muchos los aspectos que nos distraen, y así tenemos:
*Los impulsos y los estímulos que nos llevan a dominar o a escapar de la realidad.
*La tensión entre hacer y no hacer, ser y no ser, y tener y no tener.
*Darle fuerza al ego y no saber quitársela.
*Abrirnos a unas cosas y cerrarnos a las que creemos que son sus contrarias.
*Afirmar y negar.
*Preferir y rechazar.
*Esperar y que no llegue, y que llegue y no mostrar flexibilidad.
De éstas distracciones también forman parte las ilusiones y las resistencias que nos dificultan aceptar aquello que interpretamos sabiamente.
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