Sólo admiramos al que sube o al que llega más alto.
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*La libertad que los demás alcanzan sólo para sí mismos, nadie la admira, a no ser que se pueda obtener algo de ella.
*La sabiduría que admiramos de los demás es sólo aquella que creemos que nos puede servir de algo.
*A veces admiramos el amor que sienten los demás y el que nos dan.
*Admiramos a quienes nos aman y a aquellos que nos ayudan o nos pueden ayudaar.
*A veces admiramos la inocencia, la bondad, la generosidad, y la moralidad de los demás.
*A veces admiramos la intenligencia y las capacidades de los demás.
*A veces admiramos el poder que tienen los demás.
Éstas admiraciones nos impiden conocer a los demás, pero, nos atemos poco, mucho o nada a ellas, son de gran ayuda para conocernos a nosotros mismos, para ello sólo tenemos que ser conscientes de las causas y de las consecuencias de nuestras admiraciones por los demás.
A veces envidiamos lo que admiramos. A veces, a lo que no admiramos, lo despreciamos o lo odiamos. Éstos sentimientos nos impiden conocer a los demás, pero son de gran ayuda para conocernos a nosotros mismos si somos conscientes de sus causas y de sus consecuencias.
Las culpas y las justificaciones, nos impiden conocer a los demás, y conocernos a nosotros mismos.
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