A la hora de conseguir nuestros propósitos, no sólo nos encontramos con resistencias, sino también con facilidades, sobre las cuales conviene tener presente lo siguiente:
*Las facilidades no están hechas para favorecernos, sino que son una función necesaria del orden del Universo, de la Naturaleza, de nuestro orden interior, y del orden social. Las facilidades que nos da la sociedad y que nos dan los demás, siempre acaban por repercutir en su propio beneficio.
*Ante las facilidades, también surgen en nosotros las estrategias para aprovechar lo mejor posible aquello que nos ofrecen.
*Cuanto mayores sean las facilidades, más tenderemos a atarnos a aquello que podemos conseguir con ellas.
Todo ésto nos ata, nos excita, nos produce esperanzas, y como consecuencia, nos impide alcanzar la serenidad necesaria para comprender el orden de las cosas, lo cual nos llevará a chocar contra ese orden, y ese choque siempre produce dolor, agitación, crea ilusiones, y éso nos impide aceptar y armonizar.
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