Sobre el Universo deberíamos de decir pocas cosas, pues es poco lo que sabemos,y de lo poco que sabemos sólo aceptamos una pequeña parte, y por otro lado existen infinidad de creencias, tanto sobre él, como sobre como surgió o quien lo creó, creencias que al ser tantas y tan diferentes, crean confusión y hacen que aún sepamos menos.
Por eso, hablemos poco y escuchemos a nuestra intuición y a la conciencia, y también veamos lo que nos muestran, pues son las mejores fuentes para conocer aquello que se puede conocer y también para aceptarlo y para armonizar con ello.
En cuanto a la intuición y a la conciencia no podemos saber lo que son, pues son ellas las que saben. Así, cuando vemos no podemos ver al ojo que ve. Sin embargo, con lo que vemos a través de ellas podemos deducir lo que hay detrás de lo que hemos visto. Y esto nos sirve también para el Universo y para el Tao.
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