domingo, 19 de marzo de 2017
UN MUNDO ECOLÓGICO
Adrián era un chico joven y lleno de ideales ecologistas. Fue a ver a Merlín y le pidió que le mandara a un mundo totalmente ecológico pues quería aprender todo lo que pudiera para aplicarlo a la lucha por la causa ecologista.
Merlín accedió a su petición, y de pronto Adrián se encontró en un mundo como el que siempre había soñado, pues los ecologistas habían triunfado en sus luchas y habían convencido a la gente de la necesidad y de las ventajas de vivir ecológicamente. Caminando por el campo se encontró con un campesino que volvía de su trabajo y empezó a hacerle preguntas, ante las cuales el campesino le preguntó:
-¿Qué es lo que causa la destrucción del medio ambiente?
-El consumo de bienes materiales y ciertas maneras de ocio. -Respondió Adrián convencido.
-Muy bien. ¿Y quién consume y practica esas maneras de ocio? -Volvió a preguntar el campesino.
-Los seres humanos. -Respondió Adrián.
-Muy bien. ¿Y qué conclusiones sacas de esto?
-Preguntó de nuevo el campesino.
-Que tenemos que consumir menos y regular el crecimiento demográfico para que el aumento de la población no destruya el equilibrio ecológico.
-Respondió Adrián.
-Eres un chico muy inteligente, y tienes toda la razón. Pero eso ya lo sabías antes de venir a este mundo ecológico. -Concluyó el campesino.
En esos momentos Adrián despertó, y lo hizo pensando en como podía convencer a la gente para que tuvieran en cuenta esos principios, pero de momento no se le ocurrió nada. Le preguntó a Merlín y éste le dijo:
-Todo es una cuestión de conciencia, y cada cual tiene la suya y la eleva cuando las circunstancias le obligan o cuando busca algún camino para elevarla. Eso es todo lo que puedo decirte.
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