sábado, 4 de marzo de 2017
REALIDAD Y MALESTAR
En su continuo y cambiante fluir, a veces la realidad nos produce situaciones de malestar y de dolor. De esas situaciones sólo se libran aquellos que han alcanzado la total armonía con la realidad natural.
Cuando la realidad nos produce malestar, nos quedan las siguientes opciones:
* Cambiar la realidad. Si la realidad ha sido creada por los artificios y complejidades del Hombre, esa realidad puede cambiarse y se puede construir una realidad mejor, eso sí, a costa de luchas y de conflictos. Por otra parte, si substituimos la realidad que no nos gusta por otra realidad que no armonice con el fluir natural, las situaciones de malestar volverán, aunque lo hagan con formas nuevas.
* Cuando la realidad es la que ha creado el flujo natural de las cosas, entonces esa realidad no puede cambiarse, con lo cual, la única opción es aceptar esa realidad y armonizar con ella.
* Hay quien se niega a ver la realidad, (tanto la artificial como la natural), y no la acepta ni la afronta, se evade de ella creándose realidades nuevas a su medida o recurriendo a las fantasías. Pero la realidad es tozuda y muy fuerte y siempre se impone.
* Hay quien se resigna a la realidad dolorosa, pero eso le vuelve impotente, escéptico, le produce amargura y le cierra todos los caminos al bienestar, excepto el de esos placeres por los que siempre acaba pagando un precio en dolor.
Ante estas opciones, cada cual opta por la que más le gusta, es decir, por la que le indican sus creencias y sus niveles de conciencia. Las opciones por las que optamos también están determinadas por el grado de dificultad o facilidad que creemos que presentan. Conviene ser consciente de estos aspectos.
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