Es permanente y está presente en pensamientos, intuiciones, emociones y en la conciencia, pero es parte del Misterio, y por ello, anque todos lo tenemos dentro, hay en nuestra visión mucho de creencia y de ilusión.
Lo damos, lo recibimos, nos protege, nos nutre, nos ayuda y nos cuida, y como premio y como medio nos produce grandes placeres y satisfacciones. Darlo nos da la bendición de los dioses y la admiración de los hombres, pero en su nombre a veces se producen odios, conflictos, violencias y todas sus consecuencias.
El Amor es el estímulo, el impulso, la energía para la vida...
¿Vemos cuales sus relaciones naturales y directas con la libertad, con la sabiduría y con la armonía?
Cuanto más amor sentimos, más amorosos son nuestros comportamientos, sin embargo, ¿Cómo conseguimos aumentar el amor que sentimos y a la vez aumentar nuestra libertad, nuestra sabiduría y nuestra armonía?
Sencillez, serenidad y tiempo para hallar las respuestas.
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