Lo bello nos resulta placentero, y consideramos que lo placentero es bueno. Lo bueno lo vemos como placentero, y consideramos que lo placentero es bello. Dominados por esta visisión dualista y moralista, no tenemos en cuenta la siguiente sabiduría de Lao Tse:
"Cuando contemplamos algo y lo vemos bello, algo, en cambio, resula feo.
Cuando contemplamos algo y lo vemos bueno,
algo, en cambio, resulta malo.
El ser y el no-ser se crean mutuamente.
Lo difícil y lo fácil se apoyan mutuamente.
Lo largo y lo corto se definen mutuamente.
Lo alto y lo bajo dependen mutuamente.
El antes y el después se suceden mutuamente."
(Tao Te King. Cap. 2)
En nuestra búsqueda de lo luminoso, de lo bello y de lo bueno, creamos los lados oscuros, pero tras crearlos los rechazamos y así nos perdemos la sabiduría que contienen y así no vemos la realidad al completo. Así ni somos libres, ni somos sabios, ni alcanzamos la armonía, pero nos gusta disfrutar de las bellas fotografías, las feas no nos parecen interesantes. Esta actitud es otro de nuestros lados oscuros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario