Cuando tu espalda es luminosa
y tu mirada es libre:
¿A qué le das la espalda?
Cuando tu conciencia es luminosa
y tu mente es libre:
¿A qué le das la espalda?
Cuando tu espalda es luminosa
y tu mirada es libre:
¿A qué le das la espalda?
Cuando tu conciencia es luminosa
y tu mente es libre:
¿A qué le das la espalda?
*En todas situación y ante cualquier aspecto, siempre es más lo que ignoramos que lo que conocemos. (Sólo sé que no sé nada, decía Sócrates). Así, aprende el que sabe que NO sabe (pensamiento de Lao Tse), y que además tiene interés en aprender.
*Con más frecuencia de la que creemos, confundimos nuestras creencias con los verdaderos conocimientos. Es decir, damos por ciertas nuestras creencias.
*La persona inteligente usa sus conocimientos para conseguir lo que desea, para solucionar sus problemas, para crear cosas nuevas.
*La persona sabia toma conciencia de que hay usos del conocimiento que le esclavizan, y que hay usos del conocimiento que le liberan.
*Se supone que todo el mundo quiere saber que es aquello que es mentira, pero aquí hay muchas excepciones. Se supone que todo el mundo quiere conocer la verdad, peo aquí también hay muchas excepciones. Además, a todos la mentira y la verdad les influye de maneras diferentes y por lo tanto toman actitudes diferentes. Así, cada cual se observa a sí mismo y ve cuales son estas influencias y las actitudes que se derivan de ellas.
Recibimos influencias de todo lo que nos rodea, de todos los seres vivos y dse todas las personas que pueblan el planeta, y nosotros, de la misma manera, influimos, más o menos, sobre lo que nos rodea y sobre todos los seres que habitan en la Tierra.
La mayoría de las veces no somos conscientes de las infuencias que recibimos, otras veces somos conscientes, y de estas veces la mayoría de las influencias que recibimos las percibimos distorsionadas por nuestras creencias, por nuestros deseos y por nuestros miedos.
Cuando recibimos una influencia, es como si abriéramos la puerta de nuestro horno interior a una masa de pan, dentro de nosotros esa masa se cuece, en decir, la procesamos. De esta manera la influencia que ejercemos es una mezcla de la masa que hemos recibido y del proceso al que hemos sometido a esa masa en nuestro interior.
Las influencias que recibimos provienen principalmente de los siguientes aspectos:
*De las ayudas recibidas.
*De los conocimientos acumulados por el Hombre
*De las enseñanzas de nuestros contemporáneos.
*Del ejemplo que nos dan nuestros contemporáneos y de la energía que desprenden.
*De las enseñanzas de la Naturaleza y de los demás seres vivos.
Dependiendo de nuestras necesidades, de nuestros deseos, de nuestros miedos, de nuestras creencias y de nuestro nivel de conciencia, seremos más o menos receptivos a unas influencias que a otras.
Toda la influencia que sale de nosotros siempre está determinada por nuestras necesidades, por nuestros deseos, por nuestros miedos, por nuestras creencias y por nuestro nivel de conciencia. Y en gran parte, estos aspectos son lo que soon debido a las influencias que recibimos. La otra parte es lo que somos, es decir, aquello con lo que nacimos y aquello que hemos ido comprendiendo de como funciona el mundo, y de aquello que hemos cambiando en nuestro interior.
Creo que, en vez de vernos como seres únicos, especiales, separados de lo que nos rodea, deberíamos de prestar más atención a que somos el resultado de una trama de relaciones y de influencias, trama sobre la que no tenemos control.
Continuamente estamos relacionándonos con otras personas, así como con el Universo, con la Naturaleza, con otros seres vivos, con todo aquello que existe a nuestro alrededor.
En toda relación somos influidos e influimos, como gotas de agua en un océano, pero de esto, la mayoría de las veces somos poco conscientes pese a que estas influjencias tienen tanta importancia en nuestra vida, pues éstas influencias nos completan, sin ellas no pensaríamos todo lo que pensamos, no creeríamos todo lo que creemos, no sentiríamos todo lo que sentimos, no seríamos todo lo que somos ni lo que creemos ser.
Unas veces no somos conscientes de la dinámica de las influencias debido a que estamos atendiendo a nuestros deseos, a nuestras creencias, a nuestros placeres y satisfacciones, a nuestro dolor, a nuestras emociones, a nuestros estados de ánimo, a nuestros pensamientos, a nuestro mundo interior.
Tampoco somos conscientes de la dinámica de las influencias cuando estamos ocupados en atender a los demás, pues en estos casos ponemos toda nuestra antención en ellos, en como les atendemos, en qué relaciones matenemos con ellos.
Otras veces nos resistimos ante las influencias que recibimos, pues creemos que de lo contrario seremos dominados, perderemos nuestra libertad, dejaremos de ser nosotros mismos.
A veces somos muy selectivos con las influencias que recimos, y nos abrimos completamente a la influencia de quienes admiramos y de quienes amamos, o a la influencia de aquellos que dicen lo que queremos escuchar, y así rechazamos cualquier otra influencia por parte de los demás, con lo cual nos perdemos toda su sabiduría, así como aquello que podemos aprender de sus comportamientos y actitudes.
Cuando somos nosotros los que influimos, unas veces lo hacemos conscientemente con la intención de conseguir una actitud concreta por parte de los demás, pero la mayoría de las veces no somos conscientes de como influimos en los demás y en lo que nos rodea, pues estamos muy ocupados en nosotros mismos, es decir, en nuestro ego, el cual nos dice que somos el centro de todo, que somos seres diferentes, únicos, especiales.
Ante estos impedimentos se nos presentan las siguientes opciones:
*Luchar contra ello para derrotarlo.
*Comprenderlo para así quitarle fuerza, pues cuando comprendemos profundamente algo que nos encadena siempre lo debilitamos, y de esta manera nos vamos liberando.
Esto es algo que tenemos que ir comprendiendo por nosotros mismoso, y sólo podemos hacerlo mediante la observación y la relación directas.
En nuestras creencias podemos ver a las cosas de una manera, pero es nuestra visión directa, nuestra relación directa con esas cosa la que nos va permitiendo ver su verdadera realidad, y una vez vista esa realidad, el camino para armonizar se va haciendo más ancho, más llano, más sereno, más satisfactorio y más sencillo.
De esta manera, tal vez alcancemos la armonía o tal vez no la alcancemos, pero habremos caminado por los caminos que más nos liberan, que más nos llenan, en los que hallamos más respuestas en la medida en la que naturalmente vamos reduciendo las preguntas.
Todos estamos continuamente dominar a lo material, a lo inmaterial, a nuestros pensamientos, a nuestras emociones, o bien a ciertas situaciones, a ciertas actitudes y comportamientos de nosotros mismos o de otras personas.
Todo intento de dominar tiene unos propósitos, y sería muy conveniente ser plenamente conscientes de cuales son esos propósitos.
De todas maneras, esos propósitos son de dos grandes tipos:
*Propósitos de conseguir algo.
*Propósito de liberarse de algo.
Creo que también es muy conveniente ser conscientes de las diferencias entre los medios utilizados para conseguir algo y los medios utilizados para liberarse de algo.
Creo que, sobre todo, es importante ser conscientes de las consecuencias de conseguir algo y de las consecuencias de liberarnos de algo.
Son medios diferentes y consecuencias diferentes, por lo tanto tendrán una importancia diferente para nuestras vidas, y a nosotros nos corresponde ver esa importancia.
Por otro lado está la cuestión de ver que pasaría si en vez de intentar dominar dejáramos que las cosas siguieran su curso natural.
Las relaciones con los demás pueden ofrecernos ayudas y soluciones de muchos tipos a la hora de conseguir todo lo necesario para nuestra supervivencia, y sobre todo, son la única fuente para que nos sintamos amados y para que podamos compartir nuestro mundo interior.
Sin embargo, las relaciones con los demás nos crean dependencias respecto a ellos, refuerzan nuestro ego y agitan nuestras emociones, y a veces incluso las desestabilizan. De esta manera, las relaciones con los demás se convierten en algo más o menos tenso, y algunas ocasiones en algo contradictorio para nuestro camino espiritual:
*Por un lado, cuando son amorosas y afines, nos permiten conseguir unas satisfacciones que nos equilibran, que nos proporcionan una base sólida para nuestras vidas.
*Por otro lado, son el principal obstáculo para nuestra libertad interior, para apagar nuestro ego, y son también un obstáculo para nuestra serenidad, y por lo tanto para nuestra sabiduría, es decir, para que podamos alcanzar la armonía.
Así, quien sigue un camino espiritual se debate en una tensión continua entre sus necesidades de sentirse amado y de compartir su mundo interior, y sus necesidades de soledad libre, serena y sabia. La comprensión profunda, la elevación de nuestro nivel de conciencia y el tiempo, irán resolviendo estas tensiones, estas contradicciones. Mientras esas tensiones contradicciones no se resuelven necesitamos confiar en nuestro propio camino espiritual y permitir que dentro de nosotros el flujo natural de las cosas y el tiempo vayan actuando, y mientras el flujo natural y el tiempo actúan, lo más sabio es aprender a disfrutar de todos los regalos de la vida, de todos los regalos de nuestro camino espiritual, así como de todos los regalos de la vida sencilla y serena.
La NO-ACEPTACIÓN del flujo natural del Universo y de la Naturaleza ha producido en el Hombre dos grandes actitudes en las cuales se basa toda cultura, toda civilización, toda sociedad:
1ª) A todos los intentos de dominar a ese flujo natural.
2ª) A todo tipo de creencias sobre como es el Universo, la Naturaleza, el Hombre y lo sobrenatural, y a todo tipo de creencias sobre como nos gustaría que fueran. A estas creencias las podríamos llamar la Gran Ilusión Humana, o Maya, como hacen en La India.
Estas creencias hacen que quien las tiene no vea que está rechazando el flujo natural, sino que solamente vea que las cosas son solamente como le indican sus creencias, y como le gustaría que fueran esas cosas.
Dentro de toda sociedad y de todo individuo existe una tensión entre la fuerza que nos impulsa a dominar y la fuerza que nos impulsa a armonizar.
Toda tensión produce una energía que tiene el potencial de elevar los niveles de conciencia, pues ante cada tensión, el Ser Humano se ve forzado a buscar una solución.
Soluciones momentáneas o superficiales se pueden encontrar gracias a la razón, a la fuerza de las emociones y a la inteligencia, y de hecho estas son la mayoría de las soluciones que las sociedades y los individuos aplican a sus problemas concretos, pero son soluciones que pronto producen problemas nuevos o incluso vuelven los problemas viejos.
Pero una solución que erradique las causas de un problema sólo puede aportarla una importante elevación de los niveles de conciencia de la sociedad y del individuo.
En estos momentos, tanto en la sociedad como dentro de la gran mayoría de los individuos, la fuerza del polo que nos impulsa a dominar es muchísimo más fuerte que la fuerza del polo que nos impulsa a armonizar, y por lo tanto, la tensión entre ambos polos es débil, y así, la elevación de los niveles de la conciencia humana está siendo muy lenta, lo cual hace que no dejen de surgir nuevas contradicciones y que además sigan la gran mayoría de las contradicciones más importantes que el Ser Humano tiene desde hace milenios.
Dar la espalda a un deseo es una forma de intentar reprimirlo.
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Ver que los deseos esclavizan puede llevarnos a las siguientes actitudes:
*Reprimir todo intento, todo medio, de conseguir aquellos deseos que creemos que nos esclavizan.
*Reprimir incluso el deseo mismo intentando hacerlo desaparecer de nuestra vista, de nuestros pensamietnos, de nuestra memoria, e incluso no permitiéndole que se manifieste en nuestras emociones.
Estas actitudes autorreprisivas son mucho más frecuentes de lo que pensamos, y de hecho, todos caemos alguna vez, incluso muchas veces, en ellas.
Pero reprimir todo lo relacionado con un deseo no es liberarse de él, pues todo lo reprimido queda dentro de nosotros a la espera de una oportunidad o de una justificación por nuestra parte para emerger con fuerza, a veces como si se tratara de un muelle oprimido que se libera de golpe. Mientras el deseo exista y no pueda manifestarse no dejará de producirnos diversos desequilibrios e incluso trastornos.
Así, ante la situación de ver que los deseos nos esclavizan y de ver que la represión de los diversos aspectos relacionados con los deseos no funciona, ¿Qué camino nos queda?
El camino que nos queda para liberarnos es el de la comprensión profunda de todos aspectos relacionados con los deseos, comprensión que actúa como si quitáramos la leña de ese fuego o no la pusiéramos, y cuando no hay leña, cuando no hay combustible, el fuego del deseo no arde, y ese NO-ARDER, es la verdadera liberación.
No es cuestión de amor, ni del bien contra el mal, ni de moralidad.
Es cuestión de ignorancia y de sabiduría:
¿Qué armonías nos satisfacen y serenan?
¿Qué deseos, qué miedos, que creencias no agitan?
Futuros imaginados,
siempre más bellos y mejores
que las presentes realidades,
las cuales,
¡Sólo por no complacernos!
Nos resultan duras y las rechazamos.
Futuros por los que vamos luchando
impulsados por gozosos esfuerzos,
pero con inciertos resultados.
Futuros que siempre van llegando,
pero nunca son como habíamos soñado.
De lo vivido en el camino andado:
¿Qué sabiduría nos va quedando?
A lo real, ¿Podemos aceptarlo?
Hijos de todo padecer,
padres de todo placer y poder,
hermanos de todo ganar y perder.
Cuando pretendemos
convertirlos en nuestros esclavos,
se convierten en nuestros amos.
Nuestra mente, nuestra intuición, nuestra comprensión profunda, nos pueden mostrar como son muchas cosas y también muchas de las relaciones entre ellas. Sin embargo todo eso necesita de un tiempo para producir sus frutos en forma de armonía y de liberación.
Al buscador espiritual siempre se le presenta la cuestión de qué hacer mientras los frutos no maduran. Unos intentan forzar que los frutos maduren antes recurriendo a varios mediios siempre complejos o que requieren esfuerzo o sacrificio. Otros buscan complejidades en las que ocuparse, sobre todo complejidades de tipo filosófico, e metafísico, esotérico, mágico, etc. Otros buscan actividades sencillas, placenteras o creativas. Otros recurren a las fantasías. A otros les basta con las cosas sencillas que les ofrece la vida así como con las satisfacciones de cad paso que dan.
Tenemos las opciones anteriores y las reflexiones siguientes:
¿Cuáles son las creencias que nos encadenan?
¿Cuáles son las armonías que nos liberan?
La sabiduría requiere alas, luz y soledad.
Todo el mundo está de acuerdo en que la sabidiuría es un gran conocimiento sobre como son las cosas y como se relacionan entre ellas. Pero hay cosas en las que no existe el acuerdo:
1ª) La mayoría de la gente usa el conocimiento solamente como herramienta para conseguir sus deseos. Esta actitud tiene una consecuencia y nos muestra un aspecto: Tiene la consecuencia de que resulta imposible conocer la totalidd de las cosas puesto que sólo existe el interés por conocer lo que se necesita para conseguir lo deseado. Muestra el aspecto de que éstas personas aman mucho más a sus deseos que a la sabiduría.
2ª) Hay personas para las que el conocimiento tiene valor en sí mismo, y estas personas adquieren conocimiento con el único objetivo de disfrutar de las satisfacciones que el conocimiento les produce. Estas personas lo que más aman es la sabiduría, aunque disfrutan también cuando son admirados o premiados por su sabiduría.
3ª) Una minoría de personas ve a la sabiduría como un medio, pero no para conseguir lo deseado, no para disfrutar con las satisfacciones que le produce, no para ser admirado o premiado, sino como un medio para poder vivir en armonía con lo que conoce. Estas personas son las que en el pensamiento taoísta se las denomina sabios o maestros. El Sabio siene pleno amor por la sabiduría, el cual en él es espontáneo, natural, pues no busca nada a cambio de ese amor, o mejor dicho, sintiendo ese amor ya se da por satisfecho.
Es fácil saber en qué consiste la sabiduría, por eso, lo importante en quienes aman la sabiduría es se conscientes de dos grandes aspectos:
*¿Cuáles son los aspectos que le dificultan adquir sabiduría?
*¿Cuáles son las actitudes que toma ante esos aspecto?
Tomar conciencia de todos estos aspectos y usar el amor por la sabiduría como una energía para andar el camino hacia los horizontes sabios.
Quien escribe para que le lean y no es un escritor profesional, lo hace llevado por varias intenciones: Para compartir amistosamente lo que sabe o lo que lleva dentro de sí. Para ser amados y admirado, aunque a esto muchas personas lo llaman vanidad. Para enseñar al que no sabe. Para convencer a los demás de sus verdades y que le den la razón. Para convencer a los demás para que le sigan y le ayuden a conseguir sus objetivos. Unas veces dice lo que sabe pero nunca lo sabe todo. Otras veces no sabe bien lo que dice, y a veces duda y a veces se afirma en ello. Unas veces oculta cosas sabiendo que las está ocultando, y otras veces miente sabiendo que está mintiendo.
Quien lee, unas veces ve claramente las intenciones de quien escribe y toma diferentes actitudes en función de cuales sean esas intenciones. Pero otras veces el lector interpreta lo que lee ssegún sus creencias, sus prejuicios, sus miedos, sus objetivos, sus esperanzas, sus ilusiones, según lo que sabe y lo que ignora.
Y hasta aquí sé escribir pues sólo de esto soy consciente.
¿Hasta dónde es conciente el lector?
Nuestra sociedad es una compleja trama de relaciones de poder: Están quienes tienes algún tipo de poder sobre otras personas, y están los que están sometidos a algún tipo de poder por parte de otras personas, y todos ellos se relacionan entre sí de maneras muy complejas. Sin embargo, cuando analizamos las cosas con un poco de serenidad, vemos que en estas relaciones existen dos grandes aspectos que reducen la libertad:
*Está aquello que tienen que hacer los que ejercen algún poder para poder seguir ejerciéndolo.
*Está lo que piden y lo que desean los sometidos a cambio de de dejarse someter.
Quienes aman la libertad no buscan ejercer ningún poder sobre los demás, pues saben que eso les esclaviza.
Quienes aman la libertad buscan la manera de no necesitar ni desear nada de quienes tienen algún tipo de poder.
Quienes aman la libertad buscan relacionarse solamente con personas con las que no tengan que mantener ninguna relación de poder.
Entre quienes no aman la libertad de estas maneras, existen muchos que dicen amar la libertad, y éstos tienen alguna de las siguientes visiones sobre la libertad:
1ª) Se trata de todos aquellos que consideran que la libertad es no tener a nadie que ejerza ningún poder sobre ellos. Pero estas personas optan por tres maneras diferentes de conseguir esa libertad:
*Luchando contra quienes les oprimen y venciéndolos.
*Consiguiendo dominar a otros y así hacerse lo suficientemente fuertes para que nadie les domine.
*Escapando a cualquier control que la sociedad quiera ejercer sobre ellos.
Los que optan por la lucha contra sus opresores se atan a todo lo que tienen que hacer para conseguir la victoria, y cuando la consiguen, la sociedad que surge de estas victorias sigue basándose en relaciones de poder.
Los que optan por dominar a otros para ser fuertes y que nadie les domine a ellos, se atan a todo lo que tienen que hacer para dominar a sus sometidos, a todo lo que tienen que hacer para derrotar a sus rivales o a quienes quieren someterlos, y se atan a los deseos que quieren conseguir a través de esa libertad.
Los que intentan escapar a todo control por parte de la sociedad, en realidad nunca lo consiguen, y por otra parte, siempre están atados a todo lo que tienen que hacer para escapar a ese control.
2ª) La visión que tiene la mayoría de la gente sobre la libertad consiste en usarla como herramienta para conseguir lo deseado, y de esta manera entran en la contradicción de que se esclavizan a sus deseos y a todo lo que tienen que hacer para conseguirlos.
Solemos distinguir las libertades de tipo social de la libertad interior. Sin embargo, quien no sea libre en sus relaciones sociales, difícilmente podrá serlo en su interior, pues los intentos de ser libre en lo social siempre le atarán a todo lo que tiene que hacer para liberarse a todo lo que tiene que hacer para liberarse, y eso interferirá en su libertad interior.
Y ahora viene una cuestión que realmente pocas veces nos planteamos:
¿Sabemos realmente en qué consiste nuestra libertad interior?
Tal vez podremos contestar mejor a esta pregunta si antes somos conscientes de qué es lo que a cada uno de nosotros nos impide alcanzar la libertad interior.
Así, además de la falta de libertades en nuestras relaciones sociales:
¿Cuáles son los aspectos que nos impiden nuestra libertad interior?
Descubrir todo esto sólo será posible con la energía de nuestro amor por la libertad, y además, descubrir todo esto por nosotros mismos es fundamental en nuestro camino para alcanzar la libertad interior.
Cuando está en calma es sabia.
Cuando es sabia es libre.
Cuando es libre es conciencia.
Cuando es conciencia es receptiva y nos despierta.
Interior:
Cada uno se guía con la luz que ve como propia.
Elevaciones astrales,
de las albas, de las alas en los árboles,
de la conciencia, de nuestros despertares.
El pinzón es autosuciente, y todo lo que tiene de autosuficiente lo tiene de libre.
Es mucho menos inteligente que el Hombre, pero es mucho más libre.
¿Existe alguna relación entre la inteligencia respecto a la esclavitud y a la libertad?
*No es el pájaro el que fracasa, pues la libertad nunca es un fracaso, quien fracasa es el que construye artificios con la esperanza de conseguir lo deseado y con la ilusión de que conseguir lo deseado le dará la felicidad.
*Fracaso de todos aquellos que neceitan tener una ideología, una creencia de cualquier tipo, pues no saben vivir conforme a sus propios criterios, o incluso les da miedo guiarse por su propia conciencia.
*Fracaso de todos aquellos que necesitan a unos dioses, o a unos héroes, o a unos pastores que les protejan, que les guíen y que les den todo aquello que no saben conseguir por sí mismos. Es decir, fracaso de quienes entregan gustosamente su libertad a dioses, a héroes y a pastores a cambio de conseguir unos deseos que luego no les resultan suficientes.
*Fracaso de los dioses, de los héroes y de los pastores, pues nunca se hallan satisfechos con el comportamiento del Ser Humano, es decir, nunca consiguen lo que más desean.
*Fracaso de todos aquellos que ante las actitudes sensatas y sabias que surgen en todas las sociedades, no hacen ningún caso e incluso las miran con desprecio y con burla.
*Fracaso de quienes intentan despertar a los que duermen, pues el dormido no quiere ser despertado y se vuelve contra quien quiere despertarlo. El dormido sólo quiere vivir siguiendo las creencias que predican los dioses, los héroes y los pastores a los que necesita.
Todoso estos fracasos son la causa de todos los dramas, de todas las tragedias, de todo el sufrimiento, de toda la ignorancia.
El Fuego y la luz del Sol,
en matrimonio armónico
con la fluidez del Agua,
animando y nutriendo
a la vida colorida y alada.
Misterio del Cielo Padre,
Magia vital de la Tierra Madre,
y esperando ser escuchada
la conciencia que todo lo sabe
y que con tanta sencillez nos habla.
Natural siempre es el brillo
de todo lo que se nos muestra
bajo la luz del sol y de la conciencia.
Los demás brillos
sólo son deslumbres de las creencias,
de las esperanzas y de las promesas.
Visiones que se completan,
serenidades que se alimentan,
sabidurías que se potencian,
ignorancias que se restan,
el Yin y el Yang,
que alados se nos muestran.
Nuestro interior profundo es como el interior de los huevos fértiles que son empollados en los nidos. Desde fuera sólo se ve al nido, pero nadie ve a la Conciencia Incubadora ni al germen que hay en los huevos.
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Todos tenemos un mundo interior profundo, es el mundo libre iluminado por nuestra soledad serena, por, por los silencios de nuestra mente, por los silencios de nuestro ego cuando duerme, por la voz de nuestra conciencia despierta.
A todos nos gustaría compartir ese mundo con quienes nos rodean, pero la mayoría de las veces no tenemos palabras para ello, sólo tenemos expresiones, gestos, sólo desprendemos energías, y unas veces los demás captan este lenguaje, otras veces no, y otras veces no lo interpretan bien.
En cuanto a aquellas cosas que podemos expresar con palabras, unas veces manifestamos sinceramente aquello que pensamos y que sentimos, esto lo hacemos sobre todo con las personas a las que más amamos, con las personas en las que más confiamos, con las personas con las que tenemos afinidad, y esta manifestación de nuestro interior profundo es una de las principales fuentes de nuestras satisfacciones pues nos satisface el amor que recibimos, y nos satisface ver como emerge y vuela libremente el amor que sentimos.
Otras veces manifestamos aquello que pensamos que provocará el amor y la admiración de los demás. No se trata de hipocresía, es sólo un poco de vanidad y un mucho de anhelo orientados a conseguir que nos amen por lo que creemos que realmente somos.
Frecuentemente nos callamos o disimulamos aquello que puede provocar la hostilidad, y sobre todo, el desprecio de los demás. Nuestro ego puede soportar un grado relativamente alto de hostilidad, pero somporta muy mal cualquier grado de desprecio.
Así, con lo que no podemos expresar con plabras, con lo que los demás no ven ni comprenden, y con aquello que no queremos mostrar, creamos nuestro mundo interior profundo e íntimo, el mundo de la intuición y de la convicción de nuestra verdad más profunda, el mundo en el que se puede mostrar nuestra conciencia de forma luminosa, el mundo al que nadie tiene acceso, y al que guardamos con celo, y no por sentido de la propiedad, sino por sentido de la libertad, de la sabiduría y de la armonía.