OBSTÁCULOS, DIFICULTADES

  En realidad, los obstáculos y las dificultades nos los producen aquellos deseos que queremos conseguir, quien acepta el fluir natural de las cosas, en su camino no aparecen los obstáculos ni las dificultades. Para explorar estos obstáculos y estas dificultades he escogido las situaciones siguientes:

  No valorados.- A veces tenemos cosas realmente valiosas que ofrecer, pero no son valoradas por sus destinatarios o por la sociedad. 

 Incomprendidos, rechazados.- A veces nuestras mayores convicciones no son comprendidas, y otras veces, aunque se nos comprenda nuestras convicciones son rechazadas. 

 Insatisfechos.- A veces, llevamos vidas sencillas y con aspectos armónicos, pero eso nos resulta insuficiente, no nos causa la satisfacción que buscamos. 

 Frenados por lo invisible.- A veces caminamos siendo fieles a nuestra conciencia, confiando en ella, pero la armonía no llega. A veces caminamos confiando en el tiempo, pero el horizonte sigue lejos. 

  Perturbados.- A veces nos encontramos serenos en nuestro mundo interior, pero no sabemos evitar que muchas cosas externas nos perturben o nos agiten. 

 Fracasados.- A veces usamos el método y los medios más adecuados, pero no llegan los resultados que esperamos. 

   Esto nos lleva a sentir el dolor producido por la frustración, la decepción, la insatisfacción, o incluso por el escepticismo o por la resignación. Ese dolor puede llevarnos a dudar de nuestro camino espiritual, y a pensar si todo ese sufrimiento no nos lo podríamos haber ahorrado siguiendo otros caminos, buscando otras fuentes de satisfacción o de placer 

   Pero esto también puede llevarnos a buscar la manera de profundizar en nuestro camino, a buscar la manera de aceptar que ese dolor es la consecuencia de dos cosas: 

  *De que no hemos aceptado el hecho de que la sociedad se basa en unas normas, y nos castiga por no seguir esas normas. Se prodría decir que de lo que se trata no es de aceptar las normas de la sociedad, sino de aceptar el hecho de que esas normas existen y que no podemos cambiarlas. 

*Que no comprendemos o no aceptamos el hechoo de que el dolor que sentimos es proporcional a nuestros deseos de ser valorados, de ser comprendidos, de ser aceptados, de ser admirados y amados, de ser lo que nos gustaría ser, de alcanzar unos estados de ánimo serenos, un bienestar, y que todo ello además sea permanente.

    Dos opciones y una situación inevitable

  Si pensamos en cualquier situación de nuestra vida dominada por algún obstáculos o dificultad, nos encontramos con que podemos optar por la vía del héroe, del guerrero, o por la vía del sabio, y que antes de alcanzar la sabiduría tendremos que afrontar situaciones que tendremos que aprender a soportar.

La opción del héroe y del guerrero.- Esta es la opción mayoritaria en nuestra sociedad. Se trata de luchar activamente, poniendo todas las energías y la inteligencia en conseguir lo deseado. Los argumentos para defender esta opción son muchos, pero todos ellos se basan en la creencias de que lo más importante es conseguir lo deseado. 

   Estos argumentos nos dicen cosas como "querer es poder", o "no hay que intentarlo, hay que hacerlo", o toda la artillería de eso que se ha dado en llamar el "pensamiento positivo" y cuyo argumento principal es que "si te lo propones, si confias en el Universo y en ti mismo, si sigues la estrategia más acertada, lo conseguirás, pues tú eres capaz de ello."

   Todos estos argumentos ocultan celosamente un hecho: Que por todo lo conseguido usando esta opción, hay que pagar un precio. Pese a esta ocultación, el individuo sabe que ha de pagar un precio por todo lo que quiera conseguir, y ante esto prepara sus estrategias y sopesa los pros y los contras que se presentan, y decide o no decide conseguir lo que desea. 

   Si decide conseguirlo, la factura siempre llegará, pero el individuo y la sociedad se equivocan en una cosa: En la factura particular que cada individuo recibe, no aparece el precio completo, sólo aparece el precio que cada individuo tiene que pagar. El precio completo sono todos los problemas que tenemos que afrontar como sociedad, pues todos los problemas generales de la sociedad son siempre la consecuencia de todas las cosas que todos los individuos hicieron para conseguir lo deseado. Pero ante estos problemas, no queremos aceptar las causas, y de esta manera empezamos a buscar responsabilidades y culpas en los demás, y así, como individuos, no eximimos de toda responsabildad, de toda culpa. Y así los problemas continúan. 

Lo que tenemos que soportar.- Escojamos la opción del héroe, del guerrero, o escojamos la opcion del sabio, escojamos la estrategia que escojamos, siempre aparecerán unas situaciones que no tendremos más remedio que aprender a soportar. Para ello, las teorías y las estrategias tienen una capacidad limitada, tiene que ser el propio individuo el que en cada situación encuentre el camino, la resistencia y las energías necesarias para soportar la adversidad. Aquí se presenta una prueba de fuego para el individuo, prueba que produce diferentes consecuencias sin que sepamos realmente por qué: 

  A unos los rompe produciéndoles diversos trastornos o causándoles depresiones, o llevándoles al escepticismo estéril, a la resignación, a la inmoralidad, a la desesperanza.

  Por el contrario, a otros les hace más fuertes, más capaces, más sabiois. Es decir, aquello que tenemos que soportar actúa como un mecanismo de selección natural.  "Lo que no mata engorda"
"Lo que no te mata te hace más fuerte", que dicen los dichos populares. 

  La opción del sabio.- Todas las personas que optan por esta vía lo hacen como una reacción a la vía del héroe, del guerrero, y como una conclusión sacada de  haber que tenido que aprender a soportar lo inevitable. De esta manera, esta opción intenta escapar a la creencia de que lo más importante es conseguir lo deseado, intenta escapar del "pensamiento positivo", intenta escapar de las esperanzas y de las ilusiones, e intenta armonizar con su propia conciencia, con el Universo y con la Naturaleza. 

  En esta opción no se presentan más obstáculos y más dificultades, que las consistentes en desprenderse de las creencias y de los lastres del pasado. No se trata de conseguir, se trata de irse quitando de encima todo aquello que no nos permite comprender, que no nos permite aceptar. 

  También se paga un precio: el de no ser valorado por la sociedad. Hay quien cree que se paga también el precio de la soledad, pero para quien opta por esta vía, la soledad es una herramienta: Se trata de la herramienta de la serenidad, la cual a su vez es la mejor herramienta para la sabiduría, por otra pare, la soledad es para él libertad. 

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   Sócrates decía:

              "Sólo sé que no sé nada"

  Lao Tse, hablando de la naturaleza de los seres humanos decía:

              "Cuando saben que no saben,
                encuentran su propio camino"
                  (Tao Te King. Cap. 65)