jueves, 20 de septiembre de 2018
SENTADOS JUNTO AL CAMINO
Caminante se encontró caminando por un camino de peregrinación. Hablando con los peregrinos pronto descubrió que tenían motivaciones diferentes, pero todos esperaban encontrar algo especial en su lugar de destino o descubrir algo durante el camino.
Llevaba varios días caminando cuando, sentado en una piedra junto al camino, vio a un hombre que ya empezaba a ser viejo y que le provocó la curiosidad sin saber exactamente por qué. Le saludó con simpatía y el hombre sentado le respondió en el mino tono. Caminante se sentó junto a él y tras unos momentos de charla sobre el día soleado que hacía le preguntó:
-¿Viendo pasar a la gente?
-Viendo pasar a la gente me estoy viendo pasar a mí mismo. Yo también hice este camino varias veces. Ahora observo al camino y a los peregrinos y hablo con ellos. -respondió el hombre sentado.
-¿Y qué es lo que le cuentan los peregrinos? -Preguntó Caminante.
-Muchas cosas, pero todas son solamente metas, esperanzas e ilusiones. Unos son las que yo también tenía, otras son diferentes, pero eso no tiene ninguna importancia, pues todas ellas cambian y, tras un fuego de pajas, pasan. -Respondió el hombre sentado.
-Pero dejan huella. -Objetó Caminante.
-Si huellas en el polvo del camino. Unas las borran los pies de los que vienen detrás, y las otras las borran el viento y la lluvia. -Se limitó a decir el hombre sentado.
-Pero sin sus metas, sus esperanzas y sus ilusiones, ¿Qué les quedaría a los peregrinos? -Preguntó Caminante en tono de objeción.
-Les quedaría energía y tiempo para todo lo demás. -Respondió el hombre sentado.
-¿Y qué es todo lo demás? -Preguntó Caminante, esta vez con verdadero interés.
-Todo lo demás es aquello cuyo significado y su valor he empezado a comprender sólo desde que me he sentado al lado del camino. -respondió el hombre sentado.
-He caminado por muchos caminos y he encontrado a muchas personas sabias, y usted es una de ellas. -Dijo Caminante.
-Has encontrado a aquellas personas sabias en las que se reflejan las sabidurías que se han despertado dentro de ti, a las demás personas sabias no las reconoces aunque las tengas delante de tus narices. No camines tanto, busca tu lugar al lado del camino y siéntate a ver como pasan tus metas, tus esperanzas y tus ilusiones, se irán despertando más sabidurías en tu interior. -Concluyó el hombre sentado.
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