Conocer
Comprender
"Cuanto más conoces,
menos comprendes."
(Lao Tse. Tao Te King, Cap 47)
Nacemos sin conocer, sin saber, todo lo que necesitamos para vivir. Así, existe una etapa de la vida en la que el Ser Humano tiene más capacidades para conocer que para comprender, y además, pone su atención y su energía sobre todo en conocer. Esa es la etapa de la infancia y de la juventud.
Pero pasada esa etapa, la mente va perdiendo capacidad para conocer y la va ganando para comprender, además, pasada la juventud, cada vez se nos hace más preciso comprender que conocer. Como vemos, la evolución, el ritmo del Tao, han hecho que nuestras capacidades se adapten a nuestras necesidades.
Creo que realmente no somos conscientes de las diferencias que existen entre conocer y comprender. Conocer es saber, es tener información de las cosas. Pero conocer es también uno de nuestros medios para conseguir lo que deseamos. Comprender es entender cuales son las causas, las realidades y las consecuencias. Cuando comprendemos sabemos a qué atenernos, podemos optar por las actitudes más sabias y más armónicas.
Lo inmaduro, lo contradictorio, es que pasada la juventud, la gran mayoría de la gente le da muchísimo más valor a conocer que a comprender y hoy día nos llegan a cada momento enormes cantidades de información. De esta manera a quienes ponen sus energías en conocer no les quedan energías para comprender, y no sólo eso, saber y conocer les ata a sus deseos, les agita, les excita, les perturba y les confunde.
Todos conocemos la famosa frase de Sócrates:
"Sólo sé que no sé nada".
Sócrates era consciente de lo que sabía y de lo que ignoraba y esa era su sabiduría. Probemos a decir:
"Sólo comprendo que no comprendo nada".
Y probemos a ser conscientes de cuantas son las cosas que comprendemos y las que no comprendemos.
Sobre conocer y sabiduría, Lao Tse nos dice lo siguiente:
"En la búsqueda de conocimiento
cada día se añade algo.
En la práctica del Tao
cada día se abandona algo.
Cada vez es más superfluo forzar las cosas
hasta que al fin se llega a la no-acción.
Cuando nada se hace,
nada queda por hacer.
La verdadera maestría se alcanza
dejando que las cosas sigan su curso
[eso es la no-acción o wu wei]
no puede alcanzarse interfiriendo."
Comprender, para ser conscientes de las diferencias entre basar nuestra vida en conseguir nuestros deseos, o basarla en permitir que las cosas sigan su curso natural. Esta es la sabiduría sobre la que llama nuestra atención Lao Tse.
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