miércoles, 26 de septiembre de 2018

ALIENADOS


  Una amiga invitó a Caminante a pasar unos días en una casa que tenía en un pueblecito de la montaña. Cuando caminante llegó, su amiga le dijo:

  -Yo me voy esta tarde, quiero pedirte un favor. vendrá un amigo mío lleno de problemas, quiero que le aconsejes. Por cierto, se llama Dialéctico y hace honor a ese nombre. 

 Caminante aceptó gustoso, y al día siguiente llegó Dialéctico. Se presentaron y Dialéctico empezó a explicarle su problema concreto. Durante todo el resto del día se lo estuvo explicando, y cuando acabaron de cenar, Caminante le dijo:

 -¿No crees que tu problema está estrechamente relacionado con tu visión general de las cosas?

 -Sí, efectivamente. -Respondió Dialéctico, y comenzó con sumo placer un monólogo sobre la condición humana. Recurrió a todas las corrientes filosóficas, espirituales, psicológicas, sociológicas, religiosas, cintó infinidad de nombres de grandes pensadores, habló de emociones, de culpas propias y ajenas, de literatura y de todas las artes, y demostró una enorme capacidad para relacionar entre sí todos los conceptos que utilizaba. 

  A caminante le entró sueño, y le dijo:

  -Vamos a dormir. Mañana iremos a pasear y continuaremos. 

  Al día siguiente durante el paseo, Dialéctico continuó con sus argumentos de la noche anterior. Caminante le hacía algún comentario sobre la Naturaleza, pero Dialéctico guardaba silencio unos segundos y continuaba con sus conceptos. Cuando volvieron a casa, Caminante, poniendo todo su tacto para que no se sintiera ofendido, le dijo:

   -Los próximos días irás a caminar tu sólo, así tendrás tiempo para reflexionar y para serenarte. 

  Una semana después Dialéctico le dijo:

  -Tengo que marcharme, pero aunque he visto tus buenas intenciones y estoy más tranquilo, no me has servido de ninguna ayuda. 

  -Has visto diferentes paisajes, has visto árboles, pájaros, has visto amanecer y ponerse el sol, un día ha llovido, otro día ha hecho mucho viento, y a ti todo eso te ha dado igual, no has prestado la más mínima atención. Somos Naturaleza, y la verdadera condición humana se ha formado dentro del fluir de la Naturaleza. En suma, estás alienado de ti mismo por culpa de todos tus conceptos y de tu habilidad para relacionarlos, y esa alienación es la que te ha creado tu problema concreto actual y es también la que te impide ver cualquier camino de solución a ese problema o a cualquier otro. -Dijo Caminante. 

  -Sigues in servirme de ayuda. -Dijo Dialéctico con un ligero tono de desprecio. 

  Caminante, al principio tuvo la intención de replicarle, pero pensó que no valía la pena. Dialéctico estaba prisionero de su alienación de la Naturaleza, tan alienado y tan prisionero como la mayoría de la gente, y eso hacía que fuera más difícil que escapara, pues al fin y al cabo, Dialéctico se veía a sí mismo como una persona normal y racional, llena de buenos argumentos. Y Caminante pensó: yo me quedo con mi búsqueda solitaria y él se queda con sus argumentos y con sus problemas. Creo que tendré que seguir aprendiendo y dejando que los demás aprendan por su cuenta. 

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