domingo, 4 de diciembre de 2016

UNA HISTORIA DE LIBERTAD SERENA



      Había una vez un cernícalo que se hallaba disfrutando de su libertad serena. A él no esclavizaban ni le perturbaban los ruidos, las controversias, las ambiciones y los conflictos que captaba la antena en la que estaba posado.

   Pero la insatisfacción y la frustración producen mucha agitación, y los pájaros agitados no pueden permitir que nadie disfrute de su serenidad, por eso interfieren y molestan.





       Pero el cernícalo, en vez de usar sus garras y su pico de ave de presa para defenderse, recurre a la firmeza que toda libertad serena produce y permanece quieto en su sitio.

     Finalmente, las molestas urracas se marchan y él vuelve a disfrutar de su libertad serena, en su luminosa soledad. 



      Y Colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Pero para quien disfruta de su libertad serena, la vida tiene horizontes de armonía y liberación y caminos de plenitud, pese a las interferencias de los insatisfechos y frustrados. 

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