En los niños pequeños, la inocencia y la ingenuidad son la misma cosa.
En la edad adulta, la inocencia es la armonía espontánea con la propia conciencia.
Esta inocencia deja de ser crédula, es cautelosa frente a los peligros, no se deja engañar por los demás, y no cae en las trampas que le tiende su propio ego.
Porque es armónica es libre.
Porque es libre es sencilla.
Porque es sencilla no causa daño a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario