martes, 23 de julio de 2019

ARROGANTES Y HUMILDES



    A los arrogantes y a los humildes se les puede clasificar de muchas maneras, se les pueden atribuir muchos defectos y muchas virtudes, y pueden provocar en cada uno de nosotros toda la gama de las emociones y de las opiniones. 

  Cada uno de nosotros tiene su propia visión sobre ellos, una visión que depende de aquello que valoramos, de aquello que creemos. Así, cuando vemos las emociones que nos provocan y las opiniones que tenemos respecto a ellos, les estamos juzgando, pero no les estamos definiendo, si no que estamos definiendo nuestro propio nivel de conciencia, creyendo que ese nivel somos nosotros mismos. 

   A la hora de definir la visión que tenemos de nosotros mismos, ¿Cuántas de las cosas condenadas o admiradas en los arrogantes y en los humildes también las tenemos en nosotros mismos? ¿Cuántas olvidamos, cuantas ocultamos, cuantas exageramos?

   Todo esto es solamente un ejercicio de dualista de moralidad, tanto de la ajena como de la propia, pero tengamos en cuenta que la sabiduría, la libertad y la armonía, se encuentran detrás de cualquier dualismo moral, los valores morales agitan y distorsionan la realidad de las cosas, pues ni el Universo ni la Naturaleza se rigen por valores morales. 

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