domingo, 9 de diciembre de 2018

LA ESPERANZA


   Dicen que la esperanza
   es lo último que se pierde
   pero este árbol perderá sus hojas
   que antes fueron verdes. 




  -¿Qué opinas de la esperanza? -Le preguntó Utópico a Caminante. 

  -La esperanza está indisolublemente ligada al mundo de los deseos. Cuando tenemos un deseo con él nace y de él se nutre la esperanza en que lo conseguiremos. -Respondió Caminante, el cual calló a la espera de que Utópico dijera algo, pero éste permaneció en un silencio reflexivo y Caminante continuó:

  -Todo camino verdaderamente espiritual intenta liberarse de los deseos y armonizar con el natural fluir del Universo, fundirse con Él, con lo cual en él no hay lugar para la esperanza, o mejor dicho, la esperanza queda como un lastre en quien no se ha liberado de sus deseos.

  -¿A ti te resulta suficiente vivir sin esperanzas?
     -Preguntó Utópico. 

  -A mi conciencia sí, a mi ego no, pues mi ego, como todo ego, tiene deseos y por lo tanto también esperanzas. Ahora bien, mi conciencia busca la liberación y la armonía, y mi conciencia vive en el presente, por eso en ella no hay esperanzas, como tampoco las hay en la conciencia de cualquier persona, otra cosa es que se confunda el ego y la moralidad con la conciencia, cosa que ocurre con muchísima frecuencia. -Contestó Caminante. 

  -¿Qué esperas de la gente te rodea, confías en ella? -Preguntó Utópico. 

  -Mi ego y mi moralidad confían en mis seres queridos, en mis amigos. Confío porque sé que no tienen ninguna intención de hacerme daño y porque sienten un afecto sincero por mí, confío porque se que en la medida de sus posibilidades me ayudarán cuando lo necesite, y además siento afecto por ello y les ayudo cuando puedo.
 -Respondió Caminante.

 -¿Qué esperas de la Humanidad, confías en Ella?
    -Preguntó Utópico. 

  -Mi ego y mi moralidad aún conservan la llama de la confianza juvenil en que la Humanidad supere sus retos, resuelva sus problemas, cambie de rumbo y se vaya volviendo cada vez más armónica. Pero mi ego de una madurez que se acerca a la vejez, y la visión de la estupidez y de la locura humana, hacen que crea que el futuro será más conflictivo, más caótico, con más sufrimiento que el presente. -Contestó Caminante, y Utópico guardó un profundo silencio. 




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