El deseo del éxito, de ser reyes del mundo,
pero de un mundo miope y pequeñito.
El amor, que hoy día es visto más como
un consuelo y un alivio frente al dolor
que como algo valioso en sí mismo.
La libertad, que sólo es verde a nivel interior,
y que sólo es posible en soledad.
Los valores dominantes de nuestra sociedad están basados en la siguiente jerarquía:
1) La consecución de nuestros deseos.
2) La vida amorosa.
3) La libertad.
Esta jerarquía no es solamente algo impuesto por los grupos socialmente dominantes, pues estos grupos tienen como principal objetivo conseguir sus deseos de riqueza y de poder, sino que es el nivel dominante y mayoritario de la conciencia humana actual, lo cual lleva a la mayoría de los individuos a hacer esta jerarquía.
Solamente cuando no se consigue lo deseado, o cuando conseguirlo es muy doloroso, duro o difícil, entonces es cuando se vuelve la mirada a otros aspecto, dando lugar a las siguientes jerarquías:
JERARQUÍA A:
1) La libertad.
2) La vida amorosa.
3) Los deseos.
JERARQUÍA B:
1) Vida amorosa.
2) Libertad.
3) Los deseos.
Sea cual sea la jerarquía que domine en nuestra conciencia, estos tres aspectos siempre están en pugna entre ellos, en tensión, determinando los más importes de nuestra vida, dominando nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras creencias y lastrando o dando alas a nuestra conciencia.
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