La razón es uno de los diversos medios que tenemos para ver la realidad, y es la base y la justificación de la ciencia, de tal manera, que hoy día razón y ciencia aparecen como algo mezclado e inseparable. De hecho, la ciencia se ha convertido en el principal medio para la visión racional de las cosas y para la justificación de esa visión, y razón y ciencia son la principal base de algunas corrientes filosóficas e ideológicas y políticas. La razón y la ciencia han desarrollando a la tecnología y ésta es la principal base de la economía actual.
La razón contiene también dos grandes elementos, los cuales conviene distinguir bien: Se trata de la inteligencia y de la sabiduría. La inteligencia es propia solamente del cerebro y de la mente, mientras que la sabiduría también se encuentra en la intuición, en otras formas de conocimiento y en la conciencia.
* La inteligencia es una capacidad de nuestro cerebro para entender una parte del mundo que nos rodea, y a veces es la parte más útil para nuestra supervivencia, tanto a la hora de conseguir lo que necesitamos, como a la hora de evitar peligros o escapar de ellos. La inteligencia es también una capacidad para conseguir cosas, para solucionar problemas, para tomar decisiones.
* La sabiduría es la capacidad para saber que es lo que más nos conviene para desarrollar nuestros potenciales naturales, para evitar el dolor, para ser libres.
La razón tiene defensores y detractores. Sus defensores defienden que la razón es la mejor manera de conocer la realidad, e incluso la única si se recurre a la ciencia. Creen que la razón es la única manera de evitar las locuras y las estupideces, es decir, la única fuente de inteligencia y de sabiduría. Esta creencia les lleva a despreciar todas las demás fuentes de sabiduría a las que consideran falsas, irracionales, supersticiones, magia, fantasías...
Sus detractores a veces son también muy radicales, pues creen que la mejor o la única manera de conocer la realidad es prescindir de la razón, a la cual identifican con la mente. Creen que la razón y la mente, o bien son incapaces de conocer la verdad última de las cosas, o bien son el principal obstáculo para ello.
Defender o condenar a la razón y a la mente, es vivir prisioneros del dualismo, es no entender que todo lo que existe tiene una función natural y necesaria para la vida y también para la espiritualidad. No se trata de preferir a la razón o a otros medios de conocimiento, ses trata de entender dos cosas: Cual es el lugar natural y armónico de cada una de las fuentes de conocimiento, y cual es la relación que mantienen entre sí las diferentes fuentes de conocimiento y todas ellas con la realidad que nos rodea y con la realidad del Ser Humano.
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