domingo, 21 de enero de 2018
NOS VEMOS COMO A SERES DIVINOS, SOMOS SERES ESPIRITUALES
Somos seres divinos en tanto en cuanto somos Universo, y en tanto en cuanto el Universo está fundido con la Divinidad, y somos seres divinos si creemos que tenemos un espíritu y que ese espíritu es parte de la Divinidad. Pero estas circunstancias también se dan en todos los demás seres vivos y en aquello que no consideramos vivo.
Sin embargo, creernos seres divinos es a veces una arrogancia disimulada, pues se considera que ser divinos no es ser parte del Universo o de la Naturaleza, sino ser seres especiales, superiores, escogidos de los dioses, o la creme de la creme, del Universo. Las creencias religiosas y mágicas, así como el pensamiento racional, la moralidad, la sensibilidad, la inteligencia y el hecho de haber creado civilizaciones y culturas, refuerza esta idea de que somos seres divinos y que eso significa ser seres superiores a todos los demás seres, sólo por debajo de los dioses y de las demás fuerzas sobrenaturales.
Vernos como seres superiores significa vernos como seres separados y además refuerza a nuestro ego y eso nos impide armonizar, tanto con la Divinidad, como con la Naturaleza.
La espiritualidad no debe aspirar a ningún premio por parte de la Divinidad, tampoco es una lucha de la luz contra la oscuridad, ni del espíritu contra la materia. Luz y oscuridad, espíritu y materia, son lo mismo, son opuestos complementarios y con la misma importancia. No se trata de que una parte venza a la otra, se trata de armonizar todas las partes.
La espiritualidad es un camino de liberación y de armonía, y este camino consiste en alcanzar la conciencia de que somos Uno con el Todo, por lo tanto no consiste en alcanzar ninguna cima de perfección, ni moral ni espiritual.
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