CONSERVACIÓN.
LO BLANDO VENCES A LO DURO Y LO FLEXIBLE A LO RÍGIDO.
El Universo y la Naturaleza, animados por la energía y las leyes del Todo, de la Divinidad, del Tao, se rigen por dos principios dinámicos y complementarios que siempre están en pugna entre ellos, siendo esa pugna la que permite que, pese a las apariencias de destrucción o de caos, el Universo y la Naturaleza sean un Orden en el cual reinan la creación, el equilibrio y la armonía. Estos principios son la renovación y la conservación, y también podrían denominarse como Yang (renovación), y Yin, (conservación).
*Renovación.- La reproducción de los seres vivos, así como las mutaciones que se producen en ellos, actúan como elementos renovadores. También actúan como elementos renovadores los terremotos, las erupciones volcánicas, y esos fenómenos naturales y climáticos que exceden lo habitual, y también son renovadores los cambios cíclicos de las estaciones.
*Conservación.- Cuando se produce una renovación y ésta resulta beneficiosa para la supervivencia del individuo o de la especie, la tendencia es a conservarla. Además, la Naturaleza tiende a ahorrar energía, o si se prefiere, a usarla de manera lo más eficaz posible. También son elementos conservadores los fenómenos climáticos regulares y que no exceden lo habitual.
Pero el Hombre actual se niega a regirse por los principios del orden natural. Aún así, las sociedades humanas también están regidas por principios de renovación y de conservación.
*Principios de renovación.- En las sociedades humanas, el principio de renovación está representado por las actitudes rebeldes e innovadoras. Cada vez que alguien detecta que algo funciona mal empieza a crecer la energía del principio renovador, el cual consiste en denunciar lo que funciona mal y en ofrecer una alternativa que funcione mejor, y esta alternativa siempre acaba apareciendo, y finalmente, siempre acaba reuniendo las suficientes energías, los suficientes defensores, y así se substituye lo que funciona mal por algo que funciona mejor.
*Principio de conservación.- Cuando algo funciona bien, el Hombre tiende a conservarlo y a protegerlo. Surgen los intereses en torno a lo que funciona bien, y esos intereses crean o utilizan, creencias filosóficas, religiosas, políticas y sociales que todos conocemos como conservadoras o de derechas. Entre las alternativas rebeldes e innovadoras (alternativas de izquierdas), sólo una de ellas es realmente viable y sensata, las demás son inviables e insensatas, así las tendencias conservadoras nos protegen de esas insensateces, aunque esto tiene dos efectos contrarios: Uno es el de mantener el orden, la paz social y cierto grado de bienestar material. El otro es convertirse en un obstáculo para las necesarias transformaciones, pues las insensateces de muchas de las alternativas innovadoras hacen que, despreciando la parte sensata y viable de algunas de estas alternativas, se imponga el principio de que "Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer".
La pugna entre estos dos principios hace posible que se produzca la necesaria renovación y que a la vez haya etapas de conservación de las mejoras conquistadas en las que exista un cierto grado de paz social y de convivencia basada en la colaboración en beneficio del bien común. El principal problema que tiene esta dinámica es el TIEMPO. El tiempo que transcurre entre el hecho de que alguien se da cuenta de la existencia de un problema y el tiempo en el que las fuerzas rebeldes e innovadoras tardan en imponer su alternativa renovadora. Es en ese TIEMPO cuando se producen los conflictos, las destrucción, en suma, todos los daños que los humanos nos producimos los unos a los otros. Esto se debe a que nuestra conciencia necesita TIEMPO para desapegarse de sus viejas creencias e intereses, para comprender que "lo bueno por conocer" es mejor que "lo malo conocido".
Nuestra etapa actual, al igual que cualquier otra etapa del pasado, es la consecuencia de la combinación, de la mezcla, de tres aspectos:
* El nivel de conciencia de la mayoría de las personas, el cual proviene de etapas anteriores y de cómo le han afectado al individuo sus vivencias.
* Las energías del Universo, las cuales en su fluir continuo, cíclico pero cambiante, estimulan unos aspectos determinados de las conciencias y restan energías a los otros.
* La dinámica histórica, la cual sigue evolucionando en base a la conciencia humana, en base a los conocimientos de la mente humana y a los descubrimientos de la inteligencia en forma de ciencia, de tecnología, de sistemas filosóficos, políticos, sociales y económicos.
Nuestra etapa actual, al igual que todas las etapas del pasado, tiene problemas, algunos de ellos son graves, son retos y contradicciones que serán muy difíciles de resolver, o que serán resueltos a costa de un precio muy caro.
En nuestra sociedad actual se da una paradoja, o una contradicción, en la que pocas personas se han fijado: Se trata del hechos de que estemos pasando una etapa conservadora en temas ideológicos, filosóficos, sociales y políticos, (la cual se manifiesta en el dominio del liberalismo económico y político, en el consumismo, y en la hegemonía de los nacionalismos y de las religiones), y que a la vez, en los aspectos científicos, tecnológicos, y de producción de bienes materiales, de su comercialización y de las finanzas, a todos los involucrados directa o indirectamente en estos aspectos, se les exija una inmensa y continua renovación de ideas y de comportamientos. Y como consecuencia de estas exigencia, y de una ambición de riqueza y de poder muy alto en la gran mayoría de la población, la renovación, o el "progreso", se producen continuamente.
Resulta paradójico y contradictorio, que el "progreso" en temas científicos, tecnológicos y económicos, se esté produciendo en un marco social y político conservador. Y resulta paradójico que en este marco se estén produciendo grandes avances científicos y tecnológicos, que se esté produciendo una cantidad de riqueza más grande que nunca, pero que estén aumentando las desigualdades sociales, que persistan niveles tan grandes de pobreza, que persista incluso el hambre, que una gran parte de la población no se beneficie de los grandes avances de la medicina, y que la gravedad de los problemas medioambientales no pare de crecer. Y resulta paradójicos que frente a tanto "progreso", las insatisfacciones y las frustraciones dominen la vida de la mayoría de las personas, en suma, resulta paradójico, que pese a tantos avances en tantos campos, el sufrimiento humano sea tan alto. Y nadie es consciente de que las causas de estas paradojas hay que buscarlas en la falta de armonía del Hombre con los principios naturales de renovación y de conservación.
Ante estos problemas, ya existen las soluciones, tanto las sensatas y viables, como las insensatas e inviables. Ahora, el reto es que las conciencias de la mayoría de las personas se eleven hasta ser capaces de separar el trigo de la paja de las alternativas renovadoras, y ser capaces de poner su energía en la defensa, en la lucha, para que ese trigo mejor sea con el que mañana se haga el pan nuestro de cada día. Pero los cambios en las conciencias requieren TIEMPO, y mientras esos cambios no llegan, lo que domina la situación son los problemas y los conflictos. Hasta ahora, el Hombre no ha sido capaz ni de hallar otra manera de vivir o de pensar, ni de armonizar con los principios renovadores y conservadores del Universo y de la Naturaleza.
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