Mañana todo seguirá fluyendo, y lo hará siguiendo las mismas leyes que ayer y que hoy, pero siempre hay cambios en el flujo de los acontecimiento, y además, los pasos que demos hoy se añadirán a los que dimos ayer y serán la base de los que demos mañana.
Todo fluye de forma encadenada, pero ayer ya pasó y no podemos rectificarlo, y mañana no ha llegado todavía y no podemos tener control sobre él, por eso, todo fluir se realiza en el instante presente, sólo en el instante presente tenemos la capacidad para tomar decisiones libremente, unas decisiones que se mezclarán con el fluir natural de las cosas, y ambas serán las que crearán nuestras vivencias, darán lugar a nuestras experiencias, a la elevación de nuestra conciencia, y a nuestro aprendizaje espiritual.
Todo seguirá fluyendo, mañana, el mes que viene, los próximo años... Nos relacionaremos con la Naturaleza, con el Universo, con los demás, y sacaremos conclusiones, tendremos vivencias, veremos acontecimientos, elevaremos nuestra conciencia, daremos pasos espirituales.
Seremos como árboles: Se nos morirán y nos nacerán las hojas de los pensamientos y de las emociones, daremos flores de alegría y ayuda a los demás, nos madurarán unos frutos sabrosos y nutritivos que alimentarán a los demás y a la tierra, y dejaremos semillas, y un día, nuestro cuerpo morirá, y con él nuestro ego, y nuestro recuerdo se debilitará y desaparecerá, y quedará nuestra esencia fundida con el Universo.
Pero eso será mañana, el mes que viene, dentro de unos años. Hoy estamos vivos, notamos sensaciones, emociones, tenemos pensamientos, somos conscientes, cultivamos nuestro interior, caminamos, volamos...
¡Estamos vivos!, y eso es lo que cuenta.
Estamos vivos porque el Tao, la Divinidad, en su eterno y natural movimiento dio lugar a nuestro nacimiento y nos dotó de un cuerpo y de una conciencia, y nos nutrió de alimento para el cuerpo y para la conciencia, y no dio una esencia que es parte de la Suya...
¡Estamos vivos!, y eso es lo que cuenta.
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