Lo propicio.- ¡Cuánto nos alegra!
Lo adverso.- ¡Cuánto nos apena!
La aceptación.- ¡Sólo ella nos libera de estas
dos cadenas!
Son hermanas inseparables y tiranas,
la alegría y la pena:
*Cuando lo propicio odia a los adverso.
*Cuando lo adverso ama a los propicio.
*Cuando el deseo de conseguir y de dominar
es más fuerte que la libertad de aceptar.
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