-Maestro, ¿es necesario hacer preguntas cuando no existen las respuestas?
-Si surge una pregunta y no intentas responderla, ¿Cómo sabrás si tiene o no tiene respuesta?
-Si no paro de buscar doy vueltas y más vueltas, ¿Cuando sabré que tengo que parar?
-En toda situación en la que tu mente sólo contenga preguntas. Cuando la mente sólo pregunta, es la hora de confiar sólo en la intuición.
-Unos las encuentran y otros no, pero quien busca esperanzas se esclaviza a ellas.
-Maestro, el que las busca, ¿Cómo puede liberarse de sus cadenas?
-Aceptando lo que el flujo natural de la vida, suficiente y sabio, le presenta.
-Maestro, ¿Por qué buscamos respuestas y esperanzas?
-Porque no aceptamos el flujo natural de la vida y queremos dominarlo. Y no sigas, descansa. Cada alba nos regala las respuestas, y así a las esperanzas les cierra la puerta. Pero los que no la ven, agotan su vida embistiendo contra esa puerta, y cuando la traspasan, sólo frustraciones y facturas encuentran.
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