jueves, 9 de agosto de 2018

MECANISMOS DE CONTROL SOCIAL (EL USO DE LA FUERZA)


   Cualquiera que tenga algún tipo de poder mantiene ese poder a través de uno o de varios mecanismos de control. Los mecanismos de control son: El uso de la fuerza, el soborno, y las creencias.

   El uso de la fuerza.

   Cuando el uso de las creencias y del soborno fallan, entonces se recurre al uso de la fuerza. Cuando los miedos físicos y los deseos de seguridad son más fuertes que el valor de la libertad, entonces se impone la fuerza del más fuerte, y el vencido se somete y algunas veces adopta las creencias del vencedor. 

   En la actualidad, el mecanismo de la fuerza es el menos usado de los tres. En principio quien más lo usa es el Estado, pero en la actualidad no estamos ante una situación en la que el Estado use la fuerza para controlar al conjunto de los ciudadanos o al "pueblo". 

   En la actualidad, el Estado usa la fuerza para hacer que todos los ciudadanos cumplan las leyes, contra los delincuentes y contra aquellas fracciones de la sociedad que recurren a algún tipo de fuerza para conseguir sus deseos particulares.

  No estamos ante una situación de Estado opresor contra ciudadanía oprimida, eso es demagogia, es falso. El Estado es el aparato que está al servicio de los más poderosos, los cuales son una de las fracciones de la sociedad, pero el Estado también representa a otras fracciones sociales. Por lo tanto, cuando el Estado recurre al uso de la fuerza se trata de las luchas entre diversas fracciones de la sociedad. 

   Las fracciones que no se sienten representadas por el Estado, las fracciones que rivalizan con el Estado y las fracciones que tienen quejas o exigencias contra el Estado, a veces recurren al uso de diversas formas de fuerza. A veces la lucha contra el Estado consiste en el uso de armas o de violencia física directa.

   Pero hay otras formas de usar la fuerza, muchas formas de presionar. Así, toda manifestación callejera donde un grupo más o menos numeroso de personas protesta contra algo, reclama o exige algo, es un uso de la fuerza con el objetivo de imponer a través de ella sus condiciones, tanto al Estado como al conjunto de la sociedad. 

   Hoy día el uso de la fuerza apenas si tiene prestigio y es condenado públicamente por la mayoría de la sociedad la mayor parte de las veces, pero quien usa la fuerza y vence a sus rivales impone sus condiciones a los vencidos y al conjunto de la sociedad. Lo demás son hipocresías, demagogias, o buenas intenciones ingenuas. 

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