La confianza y la desconfianza, aunque deberían ser cosa de nuestras intuiciones, de nuestra libertad y de nuestra sabiduría, cuando NO aceptamos lo natural son cosas de nuestras esperanzas, creencias, ilusiones, deseos y miedos.
Hay una confianza que es fruto de nuestra bondad.
Hay una bondad que busca reducir la desconfianza de los demás y aumentar su bondad.
Hay una confianza y una bondad, que surgen de manera espontánea y natural.
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