jueves, 3 de mayo de 2018
TENSIONES
El Tao, el Absoluto, la Divinidad, es el Uno, el que no tiene contrarios, y por ello en Él no hay tensiones, y donde no hay tensiones todo es quietud, calma, ausencia total de movimiento. Sin embargo, miramos a nuestro alrededor y vemos movimiento y vemos cambios. Esto se debe a que el Tao, el Absoluto, la Divinidad, se manifiestan en forma de tensiones entre dos polos complementarios, siendo los polos más famosos el Yin y el Yang. En la Naturaleza se trata de las tensiones que se producen entre las diversas fuerzas físicas, de las reacciones y relaciones que se producen entre los diversos elementos, o entre los principios femenino y masculino. De la tensión surge la energía, y así se producen el movimiento, el cambio y la vida. En la vida humana también se producen tensiones.
La tensión entre lo que se tiene y lo que se quiere tener.- Esta tensión lleva al individuo, a los diferentes grupos sociales y al conjunto de la sociedad, a recurrir a una serie de medios para conseguir lo que se quiere tener. Estos medios unas veces producen el éxito y otras el fracaso, y siempre aumentan la capacidad para conseguir cosas, y siempre tienen unas consecuencias, siendo el resultado de todo ello el tipo de sociedad que tenemos, y sobre todo, las vivencias de cada individuo, y el dolor y el placer que estas vivencias le producen.
La tensión entre lo que creemos que somos y lo que queremos ser.- Siempre queremos ser mejores de lo que creemos que somos y tener más capacidades. Y para ello ponemos una energía y recurrimos a unos medios. Unas veces conseguimos el éxito y otras no, y siempre aumentan nuestras capacidades, y siempre se producen unas consecuencias de las cuales pocas veces somos conscientes.
La tensión entre lo que creemos que conocemos y aquello que queremos conocer.- Siempre estamos deseando aumentar nuestro conocimiento, y esto también produce unas energías, y con ellas siempre conseguimos aumentar nuestro conocimiento, aunque no siempre nos preguntamos para qué queremos ese conocimiento, y pocas veces somos conscientes de las consecuencias que tienen los objetivos para los que utilizamos aquello que hemos conseguido conocer.
La tensión entre el lugar en el que creemos que nos encontramos y el horizonte que queremos alcanzar.- Aquí nos encontramos ante un camino espiritual, en el cual el horizonte está simbolizado por aquellas grandes cimas de las diferentes tradiciones espirituales. Esta tensión también produce una energía, y esa energía nos lleva a dar diferentes pasos. Para unos, cada paso significa un acercamiento al horizonte y eso es lo más importante para ellos. Para otros, cada paso es una vivencia, un instante, y lo que más valoran es esa vivencia y ese instante.
La vida es un flujo continuo, y se puede llegar a vivir en armonía con ese flujo, de esta manera, las únicas tensiones consisten en las tensiones naturales que han dado lugar a la existencia de ese flujo. Pero la vida de toda persona comienza con su nacimiento, y aunque cada individuo nace con un nivel de conciencia propia, nadie nace sabiendo vivir en armonía con el flujo natural de la vida, sino que tenemos que ir aprendiendo, y sólo aprendemos cuando vamos siendo conscientes de cada una de las tensiones, y de las consecuencias que tiene aquello que hacemos para conseguir lo que deseamos. Estas consecuencias las han explicado los grandes maestros espirituales, están escritas, pero el saber más valioso es el que adquirimos por nosotros mismos, y ese saber lo adquirimos debido a como nos afectan las tensiones que rigen nuestra vida.
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