lunes, 2 de abril de 2018

NORMAL


  Normal es un individuo (hombre o mujer), que se cree un ser único y diferente de los demás, pero que tiene las mismas creencias, los mismos valores y objetivos que la mayoría, y vive de la misma manera, y no tiene otros horizontes, y no sabe o no quiere vivir de manera diferente, aunque siempre aspira a más placeres.

   Normal alterna su vida entre alegrías y penas y además está insatisfecho y frustrado, tiene estrés, ansiedad e incluso angustia, como la mayoría de la gente. 


  Normal tiene que trabajar (o está parado) y en el trabajo se pasa al menos ocho horas diarias cinco días a la semana. Pero para ir a trabajar se tiene que levantar de la cama, lo cual le cuesta y en realidad preferiría quedarse en ella. Después tiene que trasladarse al trabajo en su propio vehículo, en transporte público o andando, y eso significa ajetreo y tensiones. Su trabajo le puede gustar más o menos, pero tiene que hacer esfuerzo físico y soportar las tensiones que le crean las rivalidades de sus compañeros y las exigencias de sus jefes.

  Cuando sale del trabajo (o cuando no trabaja), Normal tiene tres opciones: Dedicar un tiempo al ocio, a otras actividades, o volver a su casa. Dedicarse al ocio o a otras actividades requiere relación con los demás, la cual suele ser placentera, pero también puede implicar tensiones y  gasto de energía. En su casa se encuentra con que tiene una pareja y a veces unos hijos, y tiene que atenderlos, estar por ellos, unas veces lo hace contento, otras lo que quiere es descansar y relajarse, y además tiene que dedicar un tiempo a las tareas del hogar. Y así se va a dormir cansado, y al día siguiente vuelve el mismo ciclo.




   Los fines de semana y los días de fiesta o de vacaciones, son para las tareas del hogar, para actividades sociales o políticas, y sobre todo para el ocio, es decir, para esa obsesión de que "hay que hacer algo, hay que salir a alguna parte, hay que ver algo, hay que disfrutar con algo", o bien hay que dedicar el tiempo a cultivar las buenas relaciones con los parientes y con los amigos, relaciones que suelen ser placenteras, pero que siempre producen tensiones. De esta manera, cuando se acaba el fin de semana, los días de fiesta o las vacaciones, Normal está cansado y al día siguiente tiene que volver al trabajo. 

   Normal recibe información de muchas de las cosas que pasan en su entorno o en el mudo, y le provoca unas emociones y le fuerza a tomar unas posturas, y eso le cansa. Incluso cuando Normal descansa su mente está inquieta. Y si Normal tiene problemas, y es normal que los tenga, su mente y sus energías son absorbidas por ellos. 

  De esta manera, a Normal no le quedan energías ni tiene tiempo para entender el mundo que le rodea, ni sobre todo, para dedicarse a su verdadera esencia, a su mundo interior, a lo que realmente le resulta necesario para ser libre, para estar sereno, para vivir armónicamente. Y de esta manera Normal sufre y realmente no sabe por qué, y como comparte las creencias, los valores y los objetivos de la mayoría, contribuye a crear los problemas de que él es víctima, pero considera que él es inocente y que la culpa es siempre de los otros, de los locos, de los que son más tontos que él, más egoístas o más inmorales. 

  Así, para poder ser uno mismo, estar sereno, ser libre y vivir armónicamente no hay que ser Normal, o no hay que hacer una vida Normal, o si se prefiere, hay que arrancarle a la vida Normal tiempo y energías, y eso requiere liberarse de algún o algunos aspectos de la vida Normal, o bien tener la posibilidad de vivir sin algunas de las obligaciones o de las responsabilidades de la vida Normal. 

   Sólo fuera de la Normalidad están las oportunidades de la libertad, de la serenidad, de la plenitud, de la vida armónica, eso sí, siempre y cuando la persona No-Normal consiga un espacio y un tiempo para él, siempre y cuando sea capaz de soportar las presiones de la gente Normal, pues esta gente aspira a que todos seamos Normales y hace todo lo que puede para conseguirlo. 

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