Vivir es poder desarrollar nuestros potenciales naturales creándonos un tronco, unas ramas, dando flores, dando frutos y dejando semillas. Para ello necesitamos ser libres y poder alimentarnos.
Para ser libres necesitamos espacio, aire, alas y ser autosuficientes emocional y materialmente.
Quien es libre encuentra la manera de alimentarse por sí mismo, pero tiene que trabajar para ello, y el trabajo le resta libertad.
Quien es tirano esclaviza a los demás, y él mismo se esclaviza a su dependencia de ellos.
Quien ama y es amado, alimenta y es alimentado, pero se crean cadenas de dependencia que el amor no puede ni quiere cortar.
La contradicción entre la libertad y la necesidad de alimentarnos es un dilema que todavía no sabemos resolver. Resolverlo requiere que seamos completamente libres y a la vez aceptemos como algo natural el hecho de tener trabajar para conseguir nuestro alimento, y cuando no podamos trabajar aceptemos que nos alimente la compasión de los demás, o podamos vivir de nuestros ahorros o de los sistemas de protección social establecidos por el Estado.
Los demás, siempre los demás: Necesarios, algunos cielos, todos los infiernos, cadenas y dura escuela. Soledad, en tus momentos nace y llega nuestra única amiga incondicional: la Libertad.
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