La rama y los frutos se complementan armónicamente. El arbusto produce frutos y los frutos contienen la semilla de la que nace el arbusto, y ambos contribuyen a la vida del bosque.
Todo pensamiento tiene su reflejo directo en un sentimiento.
Todo sentimiento tiene su reflejo directo en un pensamiento.
Y así experimentamos la vidaa, y así caminamos y aprendemos.
Cuando no hay lucha ni pugna entre ellos, nos sentimos serenos, y entonces son sencillos, naturales, espontáneos...., despertando a la sabiduría, y durmiendo al ego y a los deseos.
Que la conciencia hable,
que la intuición escuche,
que callen las complejidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario