El azul liberado, posado receptivo en las hierbas, esas hijas tan nutricias que crea la Madre Tierra.
En la paleta voladora, la gama de los colores iluminan con su blandura a la firmeza serena de la piedra.
El sencillo brillo de dorado solar, libando la esencial energía con alegría y en paz.
La libertad, siendo natural es la más sabia, mostrando sus armónicas posibilidades en alas humildes.
Regalos armónicos para quienes gentiles les brinden sus hondas receptividades.
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